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Uno de los tres cortos en que Syd personificó a Gussle, que os vamos a traer en este ciclo. Es divertido ver una película como ésta porque está claro que en el mundo de la Keystone no importaba que nada tuviese sentido mientras que alguien cayese o recibiera un puñetazo en la nariz. Es evidente que Mack Sennett pensaba que mientras todo fuese lo suficientemente rápido y salvaje como para que nadie se detuviese a hacer preguntas, la cosa funcionaría.
Eso podría ser cierto en general, pero con veintidós minutos transcurridos, este coro tiene suficientes momentos planos en los que puedes detenerte y pensar que aquí nada tiene sentido. En general está lejos de ser una buena película, pero creo que Chaplin hace que valga la pena verla por lo extraño que es ese pequeño personaje suyo. Puedes apreciar elementos inconfundibles del pequeño vagabundo creado por su hermano, pero Gussle probablemente hubiera sido mejor con algo más de la picardía de Charlot.
Contamos, con todo, con más de una escena divertida, incluida la del principio, cuando Gussle está sentado en un taburete entre una mujer molesta y su esposa. La mujer molesta recibe algunos de los peores acosos después de que Gussle la persiga. "A Lover's Lost control" termina con una secuencia de pelea de aproximadamente diez minutos que se prolonga en distintos lugares: el ejemplo perfecto de un trabajo de la Keystone.
