Comentarios
Un camarero algo simple (Syd Chaplin) oye hablar a un par de hombres sobre usar un submarino para robar un barco que transporta oro, por lo que decide comprar un atuendo de oficial de la marina y subir al submarino para intentar hacer la jugada él mismo. Un submarino pirata realmente no es un buen elemento para una comedia, pero creo que los aficionados al cine se entretendrán con esta trama bastante primaria.
Ésta fue la primera película de Mack Sennett para Triange Pictures, y tal vez esto explique por qué parece tener un presupuesto mucho mayor y estar más elaborada que el tipo de películas que se producían en la Keystone. Para estar en 1915, tiene una trama bastante detallada, ya que suceden todo tipo de cosas, pero lo más impactante es que parece haber sido filmada en un submarino real. Syd Chaplin dio vida a algunas de sus escenas, incluida ésa en que lo vemos corriendo al frente del submarino. También caben destacar algunos momentos en el interior del submarino, que aunque no sean divertidos son interesantes de ver. Chaplin, como era de esperar, está mucho mejor al principio, cuando desempeña el papel del imbécil camarero, y algunos gags son desternillantes, como el de su servicio en una mesa, para la que tiene de todo (cubiertos, florero, barra de pan, platos, etcétera), dentro de sus pantalones y su chaqué. Con sus 24 minutos, el corto no tiene suficientes risas para que sea un éxito completo, pero a los aficionados al cine cómico les gustará.