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Me gustan mucho la mayoría de las comedias de Bowers, aunque uno se pregunta si realmente eran "comedias". Al escribir sobre algunas de sus otras películas, me resultó difícil evitar el uso excesivo de términos como "extraño", "alucinante", "surrealista", etcétera, y hay una buena razón para ello: Bowers era un excéntrico genuino que exploró sus extravagantes obsesiones en sus películas, como una versión de los años veinte de David Lynch o Tim Burton. Según su trabajo, parece que las obsesiones de Bowers incluían maquinaria elaborada, huevos, pájaros extraños y comer a través de tubos de alimentación. Quizás los huevos deberían estar en la parte superior de la lista, ya que cada película existente de Bowers presenta huevos en un contexto u otro. Bowers rompió muchos huevos en sus comedias, y más de una vez creó máquinas que producían huevos. Un freudiano podría escribir una extensa disertación sobre este tipo.
