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Había una vez en Los Ángeles, Estados Unidos, un lugar llamado Hollywood. Y en ese lugar, un grupo de locos maravillosos se propuso inventar el cine comercial, aunque la patente la tuvieran unos señores franceses. Casi a renglón seguido surgieron los primeros géneros cinematográficos, entre los cuales no tardó en destacar el llamado slapstick (comedia de golpe y porrazo), tan loco como los personajes que lo crearon.
Oficialmente, Mack Sennett no creó el slapstick, pero merecería haberlo hecho. Su productora, la Keystone, de la que Sennett era director, fue el lugar de nacimiento de la comedia clásica estadounidense. Este estudio histórico fue, en su momento, el hogar de un número asombroso de luminarias de la pantalla silente como Mabel Normand, Roscoe "Fatty" Arbuckle, Harold Lloyd, Gloria Swanson, Wallace Beery, Harry Langdon, Marie Dressler, Ben Turpin, los Keystone Cops, Ford Sterling, Charley Chase, Chester Conklin, Al St. John, Mack Swain, Edgar Kennedy, Billy Bevan, Louise Fazenda, Eddie Quillan y muchos otros. Incluso el icono de Hollywood, Charlie Chaplin, que sigue siendo el actor más reconocido del mundo, presentó a su querido personaje del vagabundo bajo los auspicios de la Keystone. Más tarde, con el estandarte de Mack Sennett Comedies, Sennett pasó a producir una nueva generación de comedias sonoras, algunas en colores tempranos, con personajes como W. C. Fields, Bing Crosby, Lloyd Hamilton, Andy Clyde, Carole Lombard y más.
(Eddie Constanti)