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Si en la anterior Los vivos y los muertos el camarada tequila nos traía una película recomendada por el Ministerio de Cultura Ruso, ahora nos propone la otra cara de la moneda, una cinta problemática, reeditada para su estreno y finalmente prohibida por el régimen comunista: Se trata de "Adiós, muchachos", rodada durante la época del deshielo de Jrushchov por el judío Mikhail Kalik, cineasta original, humanista y de muy personal lenguaje cinematográfico, forzado a emigrar a Israel en 1971 poco después de rodar en Moldavia su obra hoy más reivindicada, la insólita y nada desdeñable Lyubit.
"Adiós Muchachos", es la historia de la mayoría de edad de 3 adolescentes que se graduan en una Escuela Secundaria.
Es verano, y sus principales objetivos son nadar en el Mar Negro y cortejar a las chicas que aman. Sin embargo, se les pide que acudan a una Academia Militar para convertirse en Oficiales, y lentamente su mundo comienza a cambiar para siempre. Sus padres se oponen, comienzan a temer perderse los unos a los otros y a sus familias, y el Ejército les engaña y maniobra para que se unan al Ejército en vez de a la Marina.
La sinopsis que se hace en IMDB de "Adiós muchachos" no es del todo correcta.
No se trata de una historia de crecimiento personal de unos adolescentes, ya que es difícil para un no ruso (que no ha vivido lo que sucedió) entender el mensaje real de la película.
No es una historia de mayoría de edad en absoluto, sino que es la historia de toda una generación condenada a crecer en el comunismo.
En esta película, Kalick cambia radicalmente de registro artístico en relación a su anterior película, pasando a una tranquila revisión instrospectiva de finales de la década de 1930, que reconstruye de forma atractiva estética y musicalmente.
La película está ambientada en un tranquilo pueblo junto al mar.
Tres jóvenes pasan sus días en los patios, en el paseo marítimo y en la playa.
Volodya esta enamorado de Inka y pronto los tres amigos saldrán a incorporarse al Ejército.
Los noticiarios del cine ya retratan el rearme en la Alemania nacionalsocialista.
Kalik da estructura a la película a través de los recuerdos (transmitidos en los intertítulos) de un adulto, cuya melancolía existencial es única en el Cine Soviético ("Yo pensaba que, en adelante, sólo me esperaba la felicidad")
(Arsenal Film Institut , Enero 2019)