Sinopsis
Randall McMurphy (Jack Nicholson) ha cometido un delito por el que debería ir a prisión. Consigue a cambio que le envíen por un tiempo a un manicomio . Allí se hace pasar por loco y logra que le ingresen en un departamento de cuidados especiales. Tratando de pasar el rato de la forma más agradable posible, organiza con sus compañeros juegos y toda clase de diversiones, hasta el extremo de que infringe las normas de disciplina. La enfermera jefe (Louise Fletcher) no está dispuesta a tolerarlo.
Comenzando con un breve resumen de la película, la cual trata de un personaje que es acusado por cinco intentos de violación y por consiguiente debe entrar en prisión pero a su aparente desequilibrio mental es trasladado al hospital psiquiátrico del estado para ser examinado. Este personaje llamada Mcmurphy, en realidad, no presenta ningún tipo de problema psiquiátrico sino, que intenta eludir el ingreso en prisión. De ahí partirá la historia que prosigue con la internación obligatoria de Mcmurphy por ser considerado peligroso para la sociedad. En el transcurso de su estancia en el hospital psiquiátrico, será protagonista de numerosos episodios de descontrol entre los enfermos e incluso de huidas de él mismo y el resto de los pacientes, irrumpiendo en la sosegada y cuadriculada vida de los enfermos. En primer lugar hablaremos de la enfermera principal de la película, la señorita Ratched, la cual se encarna como un personaje totalmente estricto, ordenado, serio, autoritario. Ello se hace evidente en su aparición siempre impecable, nunca posee expresividad en su rostro, no se altera ante ningún hecho, es fuertemente represiva y poco compasiva, es más siempre que no viste de uniforme, viste de riguroso negro. En cuanto al tema de la película que se centra en nuestro interés es, la crítica que realizaremos con respecto a los métodos con los que se tratan a los enfermos del hospital psiquiátrico, los cuales no resultan nada terapéuticos. Ante todo comentar que no nos encontramos en una postura en contra de la medicación de enfermos mentales sino, de una medicación abusiva que suple cualquier medida terapéutica, con el único fin de la toma de control total sobre los enfermos. Como hemos podido observar en la película, se les administra a todos los pacientes una cantidad considerable de pastillas, además si alguno de ellos se niega, se le administra por la fuerza. Consideran los pacientes la medicación como algo sagrado, adoctrinan lo que deben de tomar como si ello les fuese salvar el alma, como cuando se comulga en misa. Además si alguno de ellos se sale del orden establecido, se les castiga con descargas eléctricas para mantenerlos a raya y que no olviden quién lleva el control. Por no hablar de la barbarie de la práctica de la lobotomía que se le practicó a Mcmurphy tras el escándalo ocasionado con las chicas y la fiesta que montó. Queremos decir con esto, que la práctica de éste procedimiento es totalmente contraproducente, no ayuda en nada a ningún tipo de paciente, para nada es considerado una medida terapéutica y además de no contribuir en absoluto a la integración de un enfermo o su rehabilitación, es además un atentado contra la vida y los derechos de los seres humanos. Todo ello acompañado en un ambiente totalmente estricto, monótono y cuadriculado. Siempre hacen lo mismo, y la única medida que realmente puede alumbrar algo de terapia, es cuando se sientan en círculo con la señorita Ratched para dialogar sobre lo que sienten o lo que piensan, pero este hecho queda empañado por la enorme rigidez y represión que presenta esta particular enfermera. Por ello es causa de desagrado del señor Mcmurphy, pues él desea hacer lo que le plazca y resulta bastante difícil de controlar, pero aún así, incluso el señor Mcmurphy, se dirige hacia ella de forma respetuosa y educada (como se puede observar en la escena en la que el señor Mcmurphy desea ver los campeonatos de beisbol). Otra escena que refleja la fuerte represión que produce la enfermera Ratched, es el momento en el que la enfermera dice que para poder ver los partidos de liga, se ha de contar con el voto de los compañeros, en este momento Mcmurphy, piensa que contará con el voto de sus compañeros, pero estos quedan sumisos a los que la señorita Ratched quiere que respondan. Tratando el mismo tema de represión, destacar también la forma inquisitoria que adopta la señorita Ratched al formular sus preguntas. Llega a ser tal el punto de represión, que en el momento en el que Bily es capaz de suicidarse por temor a las represalias de su madre cuando es encontrado en la cama con la chica. El caso de Bily muestra la extrema represión que sufre, no solo en el hospital psiquiátrico sino también, en su propia familia, lo cual puede ser el origen de la falta de confianza que le lleva a la tartamudez, hecho que queda implícito en la escena en la que Bily deja de tartamudear cuando está con la chica o cuando se enfrenta a la enfermera Ratched. Otra escena represora significativa, se trata en el momento en el que la enfermera Ratched le dedica una sonrisa a Mcmurphy, esto revela que la señorita encontraba cierta atracción hacia Mcmurphy, pero claro, sería totalmente imposible, revelando una imagen de la gran represora reprimida. Incluso tras el suicidio de Bily, trata de volver al orden, como sino hubiese ocurrido nada, volviendo a la actividades diarias. Mencionar además, que el orden del hospital psiquiátrico aparece como un negador de la chispa de la vida, de la libertad, coartando toda espontaneidad afectiva. A pesar de ello, y aquí viene lo más sorprendente, la mayoría de ellos se encuentran allí por su propia voluntad, personas que temen a la realidad social, que no se encuentran integrados en ella, apartados y sin el valor suficiente para hacer frente a lo que les espera en la vida. Son ejemplos de ello cuando Mcmurphy le ofrece escaparse a Bily y éste le responde que no es capaz de hacerlo, o cuando el “gran jefe” (como lo llamaba Mcmurphy), no es realmente sordomudo sino, que finge serlo para evadirse así de la realidad de la que escapa, sin ir más lejos, él mismo hace una alusión a la marginación que recaía sobre su padre, éste era marginado socialmente lo que lo llevó a la bebida, y la bebida a la muerte (“no es él quien bebe de la botella, sino la botella quien se lo bebía a él). Continuando en la narración de este personaje, además debemos de sobresaltar la obra de amor que realiza cuando decide escaparse con Mcmurphy, pero al percatarse de lo ocurrido, decide quitarle la vida contra la almohada a su compañero con el fin de que no padeciera tras haber sufrido una lobotomía. Finalmente este personaje se arma de valor, se llena de vida y se escapa como si se encontrara volando por la ventana hacia la libertad.
