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La película se consideró perdida hasta que 1990 apareció una copia incompleta en nitrato, que después sería restaurada por la Filmoteca de Zaragoza.
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Con la creación de la Atlántida Cinematográfica en 1919, Madrid toma el relevo de Barcelona en lo que a la producción cinematográfica se refiere. El momento es apropiado debido a la dependencia que las compañías barcelonesas han tenido hasta entonces de Francia e Italia, que han perdido su liderazgo durante la Gran Guerra. Con un capital de cuatro millones de pesetas, la participación del mismísimo Alfonso XIII en el accionariado y bajo la supervisión artística de José Buchs, la Atlántida prueba géneros hasta que encuentra el filón de las adaptaciones zarzuelísticas con La verbena de la Paloma (José Buchs, 1921). La ubre sainetesco-lírica se sigue ordeñando a lo largo de los siguientes a pesar de que Buchs abandona la compañía en el verano de 1923. Manuel Noriega mantiene esta línea de trabajo con la adaptación de Alma de Dios, zarzuela en un acto de Carlos Arniches y Enrique García Álvarez con partitura del maestro Serrano, que realiza varios arreglos de su partitura para acompañar a la cinta. La letra de los cantables figura en los intertítulos de modo que el público pudiera corearlos durante la proyección, convirtiendo cada sesión en una experiencia colectiva inaccesible para los espectadores contemporáneos. La promoción de la película se centra en los veteranos cómicos Irene Alba y Juan Bonafé en tanto que encarnan a los protagonistas jóvenes dos estrellas forjadas en la Atlántida: Elisa Ruiz Romero “La Romerito” y Javier Rivera.
Aviso: la copia está afectada por continuos desencuadres y, a juzgar por el metraje con el que se presentó en su día, vendrá a faltar aproximadamente la mitad.
(carnicerito)
