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Avidemux23
La película solo tiene un par de intertítulos al principio y una carta, con subtítulos en inglés incrustados.
Extraordinario corto de Kirsanoff, que a pesar de ser de 1950, podría pasar por un film silente de los años 20. No os perdáis esta poética, emocionante y triste película.
Es bastante inusual encontrar cineastas cuyas primeras obras muestren ya su estilo y su personalidad al completo. Dimitri Kirsanoff es uno de ellos; films como Ménilmontant, Brumes d’automne (1927) y Rapt (1934) no solo se cuentan entre sus mejores trabajos, sino que además anticipan todas las propuestas formales de su cine. Un hecho que ha tenido como efecto secundario el que Kirsanoff haya sido enterrado entre los directores de cine mudo (como lo han sido también, por ejemplo, Ingram, Boleslawski, Tourneur, Niblo…), ilustres, sin duda, pero “pasados de moda”, confinados en filmotecas y museos del cine desconociendo, en la mayor parte de los casos, sus obras casi por completo. Y es que el suyo es uno de esos nombres más prestigiosos que conocidos, su obra es mucho más respetada de lo que ha sido vista (y/o difundida). Lo que, en su caso, significa que a menudo se metan en el mismo saco sus insípidas últimas películas —los polares a la moda Le crâneur (1955) y Miss Catastrophe (1957), por ejemplo, tan impersonales que podrían haber sido dirigidos por un Bernard Borderie cualquiera— y algunas de sus obras mayores como La fontaine d’Aréthuse (1936), Deux amis (1946) o Arrière-saison (1950).