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Doblaje de poca calidad. Esperando el ripeo de Dardo.
En otro archivo Que Grande es el Cine, de José Luis Garci. Programa 172. Presentación y coloquio.
Fecha de emisión: 23-agosto-1999. Invitados: Antonio Giménez-Rico, Clara Sánchez Muñoz y E. Torres-Dulce.
Premios
1981: Oscar: 5 nom., incluyendo Actor (Lancaster), Actriz (Sarandon) y Director
1981: Festival de Venecia: León de Oro - mejor película
1981: Globos de oro: 3 nominaciones, incluyendo Mejor película extranjera
1981: Premios BAFTA: Mejor director y actor (Lancaster). 4 nominaciones
1981: Sindicato de Directores (DGA): Nominada a Mejor director
1981: Sindicato de Guionistas (WGA): Nominada a Mejor guión original drama
1981: Círculo de Críticos de Nueva York: Mejor guión y Actor (Lancaster). 4 nom.
1981: Asociación de Críticos de Los Angeles: 4 premios incl. Película y Actor (Lancaster)
1980: Premios David di Donatello: Mejor actor extranjero (Burt Lancaster)
1980: Premios César: 2 nominaciones
La Sarandon se frota los brazos con un limón y Burt Lancaster, ya viejuno, la observa extasiado desde la ventana de enfrente. La escena tiene una carga de erotismo tremenda, pese a que la pobre Susan sólo se da con el limón para quitarse el olor a pescado del lugar donde trabaja. Y ahí estamos Burt y yo intentando ver algo más, captar algún detalle de esta gran mujer antes de que el bueno de Louis Malle nos cuente una historia.
Y así, pese a que ha pasado un minuto de película, sabemos ya muchas cosas: que los dos son unos desgraciados porque viven en sendos cuchitriles, que Lancaster es un tipo venido a menos, que ella tampoco triunfa porque si no no tendría que estar limpiándose los brazos de ese olor y que entre esos dos se va a entablar una relación importante en la película. Luego vamos sabiendo algo más, aparecen el marido y la hermana de Susan Sarandon y ocurre un robo de droga que desencadena la historia.
Por encima de todo está la figura de Burt Lancaster. El príncipe de Salina está enorme, superior. Es un desgraciado pero sigue vistiendo bien, con su gabardina, con traje, mientras que el marido de Sally (Susan) es un tipo andrajoso que no sirve ni para hacer una entrega de droga. Burt presume de que fue un mafioso, de que conoció a Al Capone, a Dutch Schulz y a la plana mayor del sindicato del crimen, pero es un corredor de apuestas que se gana la vida como buenamente puede. Dice tener un pasado esplendoroso, pero eso está muy pasado.
Con una Sarandon también en un nivelazo, la peli avanza entre una estética de casinos y bajos fondos, de mafiosos que apenas se dejan ver y de entregas de droga en hoteles de lujo. Y así un desgraciado como Burt tiene una oportunidad de mejorar en su vida, pese a que ya está en el ocaso. Y así se entabla una relación amorosa con una mujer joven como Sally y que no tiene visos de futuro. En fin, que la película es magnífica. Que la vean.