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Era habitual en la época pionera que los directores no se centraran en un solo género. Todavía estaban en un periodo embrionario al respecto. Así, Feuillade, al igual que sus congéneres, compatibilizaba Fantômas y la comedia sin ningún problema. Al comienzo de la década explotó las películas con niños traviesos e ingeniosos como protagonistas. Cada semana, Feuillade exhibía una nueva entrega de estas características en el Gaumont Palace.
Su primer héroe infantil fue Bébe, personaje encarnado por el actor René Dary. Y como este personaje era muy del agrado del público, filmó nada más y nada menos que 82 títulos, entre 1910 y 1913.
Algunos problemas originados por las las exigencias económicas de los padres del actor, que vieron como su hijo, que empezó con cuatro años el serial, se había ganado un lugar entre las preferencias del público, y por lo tanto, reclamaron mayores beneficios a Feuillade, dieron al traste con el serial en 1913. Pero Feuillade, lejos de abandonar la temática que tanto éxito le estaba proporcionando, se buscó otro héroe infantil, Bout de Zan, interpretado por René Poyen.
Llegó incluso a tener este personaje más éxito que el anterior. Se llegaron a filmar unos sesenta episodios entre 1912 y 1916.
