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Pertenecía a una de las familias más influyentes de Hollywood, junto a los Talmadge. Era hermano de Lionel y Ethel Barrymore y a la vez tuvo dos hijos, también actores, Diana y John "Drew" Barrymore jr. Este último tuvo una hija, Drew Barrymore, que se hizo famosa por ser amiga de E. T.
Por las caracteristicas de su rostro se le llamó "El gran perfil" y a fe que él supo explotar esa virtud. Era un gran actor, pero de vez en cuando, en todas sus películas "posaba" un poco para mostrar a la platea su belleza masculina. Se casó cuatro veces y las cuatro terminaron como el rosario de la aurora. Esposas aparte, se le conocía como un mujeriego empedernido. También era algo sabido que le atizaba a la botella desde muy joven, cuando quiso independizarse de la tradición familiar como actor y dedicarse a otros oficios, como dibujante en un periódico.
Con la llegada del sonoro y debido a su buen registro de voz, siguió cosechando bastantes éxitos, pero poco a poco su alcoholismo acabó con él y en 1942 fallecía por una cirrosis, unida a un fallo renal y una neumonía. Antes tuvo un ataque de delirium tremens en un programa conducido por Rudy Vallee, del que ya no se sobrepuso. Tenía sesenta años.
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La obra de Clyde Fitch, escrita para el renombrado actor de teatro Richard Mansfield, es una interpretación muy romántica de los incidentes en la vida de George (Beau) Brummel, el dandy de la regencia cuyo nombre se ha convertido en un lema para el esplendor y la corrección del vestuario, y en sí mismo se adapta libremente para esta película que muestra el talento incomparable de John Barrymore en su mejor momento como Brummel.
Con la venganza en su corazón, Brummel se propone manipular a la sociedad londinense en un gran juego debido a que, a causa de no contar con un título perdió a su amada, interpretada por una deliciosa Mary Astor de 18 años, con quien Barrymore comenzó una aventura durante este rodaje. Así, Brummel utiliza una estrecha relación con su patrocinador, el príncipe de Gales, el regente (más tarde el rey Jorge IV), para avanzar en su plan.
El control de Barrymore en sus escenas es incomparable, ya que expresa la gama más amplia posible de emociones y reacciones con el menor movimiento de ojos o boca y, aunque hay muchas oportunidades para destacar ese aspecto, con la utilización de una mirada prolongada a los ojos de una dama o un enemigo. Barrymore contó con la gran ayuda de un reparto muy capaz, que incluía a Willard Louis como el príncipe de Gales, Aleck B. Francis como el leal sirviente de Brummel y, como la duquesa de York, a la exquisita Irene Rich, actriz con gran capacidad para concentrarse en la naturaleza de su personaje. Brummel y Rich se complementan espléndidamente durante sus escenas compartidas.
Harry Beaumont, como siempre, dirigió con pericia la película y tuvo la enorme ayuda del director de fotografía David Abel, cuya habilidad con grandes grupos durante la acción más compleja se puso de manifiesto años más tarde, cuando supervisó las cámaras durante las mejores películas de Astaire/Rogers. Quizá se podría haber pedido que el guión ofreciese más detalles de la vida íntima de Brummel, en vez del tratamiento prolongado que se le da a su desenlace, pero ciertamente la trama permite a Barrymore demostrar una vez más sus cualidades dramáticas.