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Disponible otra de mayor duración (112') y de peor calidad.
La historia que nos presenta Robert G. Vignola no es nueva; el mismo Hans Christian Andersen ya la escribió mucho antes: es el cuento del patito feo. Aquí, sin embargo, sucede que Marion no es fea y sí lo es su vestimenta. Sólo necesitamos verla con un traje de baño que hubiese podido servir como tienda de campaña para comprobarlo. Los jóvenes que la pretenden son el espíritu de la holganza y el de la modestia personificados. Pero Prudence, bien asesorada por este último, sabrá comprender a tiempo qué es el amor y a quién debe elegir, por medio de la secuencia magistral en que presenta una charada en el teatro del complejo residencial. Atención a esta parte porque pocas veces Marion estuvo más deliciosa (y ella lo está siempre).
Filme con unos exteriores espléndidos y unos diálogos bien trenzados, tiene también su parte de crítica social en el contraste entre la comunidad cerrada y pacata de los cuáqueros y la falsa libertad y modernidad de la gente rica y ociosa. Enmedio de ambos estatus florece y destaca la personalidad de la Davies; como dice uno de los jóvenes protagonistas, "¿Qué hace este diamante entre toda esa bisutería?". Pasad a verla porque vale la pena.