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Broken Ways


General

Titulo original: Broken Ways
Nacionalidad: Estados Unidos
Año de producción: 1913
Género: Western

Otras personas

Director: David Wark Griffith
Escritor: F.P. Bayer
Productor/Estudio: Biograph Company
Compositor:
Fotografia: G.W. Bitzer

Funcionalidades

Duración: 23
Pistas de idioma: Muda
Idiomas de los subtítulos:
Modo de color: Blanco y negro
Fuente ripeo: Web
Soporte: DivX
Tipo archivo: MP4
Calidad imagen: Regular
Peso: 70 Mb

Reparto

  • Henry B. Walthall
  • Blanche Sweet
  • Harry Carey
  • Charles Gorman
  • Frank Opperman
  • Joseph McDermott

Sinopsis

Una telegrafista se casa con un bandido pero al descubrir su ocupación le abandona. Poco después el hombre acude a ella al ser perseguido y la muchacha lo esconde del sheriff, con quien está prometida al haberse publicado erróneamente la muerte del salteador de caminos, pero al tratar de huir el bandido cae muerto a tiros por los representantes de la ley. La telegrafista ya será libre para casarse con el sheriff.

Comentarios

No demasiado destacable cortometraje del Griffith de 1913, a un paso de dar el salto a los largometrajes con los que hará historia. Si no hubiera otros ejemplos que me llevasen claramente la contraria, estaría en la tesitura de preferir sus cortometrajes de los primeros años, en los que la inventiva y el frenesí creativo asombraban, por eso mismo, por insertarse en un lenguaje todavía en creación. En 1913 Griffith ya había cumplido holgadamente con las historias cortas y ese, digamos, conformismo creo que atenaza a bastantes de esos cortometrajes de la última época, a la espera del salto al largometraje, que es lo que le interesaba. Este es un ejemplo de ello. La historia, pese a tener casi una duración de media hora, es muy esquemática, los intertítulos son muy numerosos (algo no habitual en Griffith), los personajes devienen excesivamente rectilíneos, las debilidades de guion son evidentes, y los detalles de puesta en escena brillan por su ausencia (sólo cabe destacar una buena utilización de los exteriores, como no podía ser menos). La gestualidad de los actores, otras veces admirable, aquí casi deviene irrisoria (hay que ver para creer cómo se filma la muerte del bandido, H.B.Walthall, de pie girando como una peonza una vez abatido, despertando la risa más que la sonrisa del respetable). No cabe duda que estamos ante uno de los más flojos cortometrajes Griffith.