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Lo que tenemos ante nosotros es la mitad de lo que podría haber sido una buena película sobre bravuconadas e intrigas cortesanas. Cagliostro es un filme silente de finales de la década de 1920, realizado en coproducción alemana-francesa y considerado perdido hasta que apareció una copia en archivos galos. Desafortunadamente, ésta es una edición del original de dos horas que, incluso con algunos fragmentos completos, sólo llega a los 58 minutos; así, se pierden múltiples personajes secundarios y subtramas.
Y esto es una pena, porque las imágenes restantes nos ofrecen una historia divertida que es mitad drama histórico (basado en hechos reales) y mitad película de aventuras. Cagliostro, un aventurero italiano interpretado por el extraordinariamente bien parecido Hans Stüwe, destaca en la aristocracia francesa debido a sus trucos mágicos, conocimientos médicos y capacidad para predecir el futuro. Cuando cae en desgracia después de una adivinación que predice un futuro terrible para María Antonieta, pone en marcha un plan que generará venganza pero a un gran precio.
Ésta es, en gran medida, una película que presenta a personas de clase alta que conspiran unas contra otras entre suntuosos escenarios de interiores. El tono general del filme es extremadamente amoral y tanto Cagliostro como sus oponentes se nos dibujan como tremendos manipuladores. La película tenía un contenido sexual muy explícito para su época pero, por desgracia, casi todo ha desaparecido en esta versión abreviada. Del mismo modo, la secuencia final termina aproximadamente en diez minutos; se dice que en el original era mucho más larga.
Así que éste es el "Cagliostro" que nos ha quedado: buenos actores, toques expresionistas interesantes, indicios de algo que pudo haber sido una gran trama y muchas pelucas, pero no una película completa. Por supuesto, de este modo se hace muy difícil poder juzgarla, aunque lo que vemos es prometedor. Tal vez algún día podamos hacerlo, si aparece ese material que de momento el tiempo ha hecho desaparecer.