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Muchos de nosotros ya no pensábamos verla y menos de la forma en que se nos ofrece: restaurada, digitalizada, con virados y completa (con las escenas que faltaban, reunidas de varias cinematecas distintas).
"Casanova" muestra a Mosjoukine en su forma más alegre: como el gran artista que fue, hace que todo parezca fácil. Esta película tiene una estructura episódica, casi como una colección de cuentos. Casanova salta de una aventura a otra, va de Venecia a Austria, a Rusia y finalmente de nuevo a Venecia, y siempre al servicio de las mujeres, como cuenta en una carta a un hombre al que amablemente ha robado. Al final, todos sus romances lo alcanzan y se ve obligado a elegir entre dos mujeres: la escena en la que ambas se enfrentan a él me recuerda un poco al Don Juan de Moliere, aunque el Casanova de Mosjoukine es mucho más inocente. Se deleita en engañar y robar a los hombres, especialmente a los pomposos e indignos, pero en el momento en que se da cuenta de que ha lastimado a una mujer, su corazón se rompe y se rinde a sus enemigos.
Mosjoukine siempre demuestra una gran sensibilidad hacia las mujeres y creo que ésta es la raíz de su único momento poco convincente en la película. Cuando conoce a una joven que está disfrazada de chico, es demasiado consciente de ella como mujer para poder interpretar el papel de alguien que ha sido engañado pensando que está tratando con otro hombre. Pero aparte de esto, la actuación de Mosjoukine es impecable. Rudolf Klein-Rogge, como el zar Pedro medio loco, también es brillantemente divertido, gritando órdenes a sus soldados para que se recuperen de la fiebre tifoidea y quejándose de que los asuntos del estado lo distraen de su gorda y sencilla amante. También logra la rara hazaña de eclipsar a Mosjoukine en su única escena juntos, cuando Casanova le hace una manicura al zar, y donde se enfrentan como un experimentado equipo de comedia.
Su juego secundario es tan natural que casi pasa desapercibido (la escena está filmada principalmente en una especie de plano medio largo, sin centrarse en ellos) y me hace pensar que podría haber sido improvisada. Klein-Rogge obviamente se siente muy cómodo interpretando comedia, y hubiese sido bueno verlo hacer más en este sentido. La música de Georges Delerue para la restauración de "Casanova" se adapta perfectamente a la libertad de la historia y hace que toda la experiencia sea un placer.
Punto y aparte para las escenas nocturnas del Carnaval. Si alguna vez hubo un placer para los sentidos, éste los gana a todos.