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En otro archivo Que Grande es el Cine, de José Luis Garci. Programa 4. Presentación y coloquio.
Fecha de emisión: 6-marzo-1995. Invitados: Miguel Marías, Eduardo Torres-Dulce y Juan Cobos.
Audio de su estreno en cines en 1959 del pase por TVE el 20/01/1991. Al audio le faltaba algún tramo que he completado con el audio del DVD, no use este último porque la calidad del mismo era mala.
Para esa emisión se dobló una escena que fue censurada en el estreno, donde Vicky Gaye (Cyd Charisse) mantiene una conversación con la esposa de Tommy Farrell, interpretada por Claire Kelly.
En dicha escena, Cyd Charisse fue doblada por Delia Luna, que también se encarga de locutar algunos textos en inglés que aparecen a lo largo de la película. La otra voz encargada de locutar los otros textos es Vicente Martínez.
En el DVD, la escena viene en VO sin subtítulos. La pista de forzados solo tiene una línea, la del texto que aparece al inicio de la peli.
Audio de vídeo realizado en 1989.
Audio Italiano de su estreno en 1959
Audio francés de su estreno en 1960
Audio alemán de su estreno en 1959
Esta es una de las películas de Nicholas Ray que más me gustan.
Aquí, la vena romántica del director se conjugó perfectamente con las imposiciones del sistema de estudios en el que la película se produjo, así como con los elementos típicos del género al que pertenece (fundamentalmente, el cine negro, aunque también hay un par de números musicales).
El resultado alcanzó, en mi opinión, una altura como pocas veces había logrado antes el cine de Ray y que, por desgracia, nunca más volvería siquiera a igualar.
Se nos muestra a unos personajes ya maduros, que no están satisfechos con sus vidas (en el fondo, son muy parecidos, aunque se resistan a reconocerlo) y que se aferrarán a la única posibilidad de cambio que se les ofrece, aunque ello les suponga mostrarse vulnerables e incluso ponerse en peligro.
Tanto Robert Taylor como Cyd Charisse están espléndidos. Taylor preparó concienzudamente su papel, visitando a especialistas que le orientaron sobre las características de su dolencia ("como un actor del método", dijo Ray sorprendido). Y qué decir de la maravillosa Cyd Charisse, aquí en la cumbre de su belleza y demostrando que, además de bailar, también sabía actuar.
Ray nos ofrece una puesta en escena acorde con los códigos del género. La fotografía es rica en colores vivos, que subrayan la violencia que, de forma implícita o brutalmente explícita, domina la narración.
Si no estuviera tan desgastado el término, no dudaría en calificarla de "obra maestra", pero creo que lo mejor es que cada uno la descubra, si aún no lo ha hecho, y juzgue por sí mismo.
