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Ripeada por Arupa a partir de un mp4 de 1,4 GiB procedente de la Cineteca de Milano.
James Otis Kaler fue un autor extremadamente prolífico de novelas para niños, las cuales se han desvanecido en la oscuridad excepto una: "Toby Tyler", la historia de un niño que sufre abusos, huye y se une al circo. "Circus Days", pensada como un vehículo para el actor infantil Jackie Coogan, se basa en esa novela... pero altera radicalmente el material. En 1960, Walt Disney la rehízo y nuevamente la película se desvió de la novela. Sin embargo, estas dos versiones cinematográficas huyen de la novela en direcciones muy diferentes. El joven Toby (Coogan) es constantemente golpeado, azotado y le hace trabajar con exceso Eben Holt, el esposo de la hermana de su madre. Cuando Toby rompe accidentalmente la vajilla de Holt, le aterroriza recibir otra paliza. Se escapa y aterriza en un circo en el que consigue un trabajo vendiendo limonada y bocadillos.
"Circus Days" sustituye una secuencia muy inverosímil en la que Toby llena accidentalmente vasos de limonada con gasolina y los vende a los clientes... que no notan el cambio hasta que lo beben. La película se vuelve aún menos plausible (y más ofensiva) cuando Toby queda encerrado en la jaula del león. La bestia avanza pesadamente hacia él a cuatro patas... y resulta ser un negro que lleva la piel y la cabeza de un león. El león murió, por lo que le ofrecieron el trabajo a Black Joe (¿por qué todos los negros de las películas estadounidenses deben llamarse "Bola de nieve?). La jinete a pelo en el circo es la bella Jeannette, una chica de la edad de Toby (interpretada por una actriz bastante mayor).
El descuido de Toby provoca un accidente en el que Jeannette se torce el tobillo y no puede actuar. No hay problema: el equipo del circo disfraza a Toby de niña y lo entrenan para hacer el acto de montar de Jeannette. Hay un momento muy enfermizo, cuando el payaso Luigi besa a Toby. Ya es bastante malo que un hombre esté besando a un niño, pero el niño está vestido de niña y el hombre está disfrazado de payaso. No pude evitar pensar en cierto asesino en serie gay que vestía un disfraz de payaso. La verosimilitud se va al garete cuando el jefe del circo ofrece a Toby cien dólares a la semana, ¡un salario ENORME en 1923!, para continuar con su rutina de jinete.
Con todo, hace falta verla y valorarla. Está bien dirigida por Edward Cline y la copia de la Cinemateca de Milán se nos ofrece con virados -algo oscuros- y ciertos altibajos en la edición. La cuestión de fondo es que mientras Coogan seguía triunfando en la pantalla, sus padre seguían embolsándose el dinero que el "chico" les reportaba con sus actuaciones en la pantalla. Tenga usted padres ara esto.
