Sinopsis
Dentro de las películas patrióticas realizadas por los belgas tras la Gran Guerra, hoy os presentamos estos "Corazones belgas", que sigue las mismas pautas que las que ya os hemos ofrecido. Pero esta vez, imaginamos que muy a pesar de su directora (Aimée Navarre), el resultado de la película tiene bastantes connotaciones humorísticas e incluso algunas que pueden llevarnos a reflexión.
La estructura es la siguiente: un castillo habitado por marqueses y una servidumbre donde se incluye el valet, la doncella, el jardinero... Las historias paralelas discurren como en aquella famosa serie británica, "Arriba y abajo", aunque aquí desembocan en el mismo lugar: la guerra. Ahora veremos algunos de esos elementos cómicos no pretendidos. Para empezar, esta vez los alemanes son "de guardarropía"; "huelen a belga que es un contento. Más: cuando los boches se apropian del castillo de la marquesa, ésta busca refugio en la humilde casa de la mujer del jardinero. La pobre mujer la acoge y le dice "Ésta es su casa, señora"; y en efecto, la marquesa se aposenta en el mejor sillón del lugar y allí se queda, comandando la función muy tiesa. ¿Qué hacen mientras tanto los alemanes en el castillo? Se divierten lanzando dardos a los cuadros de la señora marquesa. Otro (para la reflexión): el jardinero (pobre) regresa de la guerra ciego; al valet (pobre), cuando vuelve le falta un brazo; al conde (rico), novio de la hija de la marquesa, se le da por muerto e incluso se le alza una tumba... hasta que "resucita" y regresa vivito y coleando. El poder de la clase social alta. Pero insisto, ni se me ocurre pensar que Navarre buscara ex-profeso esas connotaciones.
Filme bastante entretenido y os ruego estar atentos a las dos niñas del jardinero (las hijas de la misma directora): antes de ir a la guerra, la mayor tiene unos cinco años y la menor unos dos. Cuando vuelve (la contienda duró cuatro años), las niñas tienen doce y nueve, respectivamente. Milagros del cine...
