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La Rusia posrevolucionaria se representaba en la pantalla: las colas para calentar leña; se sirve comida en una cafetería con un cartel en la pared que dice "El que no trabaja, tampoco come"; y la Cheka, la Comisión Extraordinaria de Toda Rusia para Combatir la Contrarrevolución y el Sabotaje -la precursora de la KGB- que operó de 1917 a 1922. El trasfondo de todo el drama de la pasión fue proporcionado por la repatriación que estaba de actualidad en ese tiempo. O viceversa: se intentó acercar a los espectadores el tema serio de la repatriación mediante el uso del melodrama.
Paul Sehnert, de Alemania, un especialista en su campo con experiencia práctica, había sido invitado desde el extranjero para traer vientos frescos y un refinamiento cualitativo al nuevo estudio. No tuvo otros contactos con el cine estonio y la historia no revela nada sobre su trabajo cinematográfico en Alemania. El propio comisario, es decir, Mihkel Lepper, actuó con éxito en películas alemanas, tanto en "Spione" ("Espías") de Fritz Lang y "Die Liebe der Jeanne Ney" de Georg Wilhelm Pabst ("El amor de Jeanne Ney"); en esta última, según los informes de la prensa local, tuvo el "protagonismo" de comisario rojo aunque, "no acreditado", que es lo que dirían en las bases de datos actuales en el mejor de los casos. La película ha sobrevivido relativamente intacta, pero no está completa. Sin embargo, las pérdidas son mínimas.