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Creemos en Dios


General

Titulo original: Sa verom u Boga
Nacionalidad: Yugoslavia
Año de producción: 1932
Género: Drama

Otras personas

Director: Mihajlo Popović
Escritor: Mihajlo Popović
Productor/Estudio: M.A.P. Film
Compositor:
Fotografia: Mihajlo Popović

Funcionalidades

Duración: 41
Pistas de idioma: Serbo-Croata
Idiomas de los subtítulos: Castellano
Modo de color: Blanco y negro
Fuente ripeo: Web
Soporte: DivX
Tipo archivo: AVI
Calidad imagen: Regular-Mala
Peso: 700 Mb

Reparto

  • Mihajlo Popović
  • Ljubiša Jungović-Kosmajac
  • Djovani Bertoto
  • Dimitrije Dimitrijević
  • Jelisaveta Dimitrijević
  • Boško Gligorijević
  • Uroš Gnjatović

Sinopsis

Considerada por los especialistas como una de las mejores películas del cine serbio y yugoslavo, Creemos en Dios se adentra en la posguerra y las duras repercusiones del primer conflicto armado mundial. Un campesino serbio vuelve inválido del combate tras pasar cuatro años alejado del hogar familiar.

Solo han sobrevivido 42 minutos, una pena porque la película es muy interesante. Aun así, la trama se sigue perfectamente. El propio director, Popovic, un par de años antes de morir ayudó a restaurar el metraje conservado.

Comentarios

Mihailo Popovic (1908 - 1990), que nos acerca en esta película a un campesino serbio que vuelve inválido del primer conflicto armado mundial, se graduó en una escuela de negocios de su natal Belgrado y en 1930 cofunda el Cine-Club Yugoslavo. Con Miodrag Mika' Djordjevic, un compañero de estudios que ya dominaba la cámara, aprendió a utilizarla, y ayudó al amigo en Belje (documental, 1930). A continuación interviene, detrás y (en el rol de soldado austríaco) delante del objetivo, en la perdida película bélica Kroz buru i oganj ("A través de la tormenta y el fuego") , de Jovanovic e Ignjacevic. Probablemente bajo cierta inspiración naturalista soviética (ejemplo: El camino de la vida, de Nikolái Ekk, 1931 [vista en Sombras 2007]), y adaptando la novela La casa abandonada, de Branislav Nusic, rueda "Creemos en Dios" en diez días de 1932, con la productora MAP (MAP: las iniciales suyas) , propia y montada ad hoc, que quebró, igual que el resto de la industria autóctona, por dificultades con la ley que protegía la cinematografía yugoslava. Popovic se convirtió entonces en servicial realizador en las escasas compañías que habían sobrevivido (participó en los noticiarios de la Novakovic Film y otros similares). Después de la guerra, alcanzó gran reputación en el oficio de operador, en documentales y ficción.