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Incluidos dos audios, uno correspondiente a la banda sonora moderna de Christopher Calliendo y el otro con la banda de sonido Movietone original.
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Sería interesante conocer la historia detrás de este lanzamiento silente tardío, que aparentemente era bastante popular en ese momento, pero que ahora nos parece como una edición algo reducida de lo que en origen se pensó como una epopeya similar a "The Big Parade". No tengo idea de si eso es lo que realmente sucedió, pero así es como se cuenta. (Es posible que la locura del sonoro decidiese que un silente largo y elaborado sólo reduciría la cantidad de proyecciones / taquilla por día, y se ordenó que la película se cortara drásticamente).
La desordenada historia sobre una amorosa familia de un pequeño pueblo bávaro y su destino durante la Primera Guerra Mundial se escenifica con espléndido cuidado en casi todas las tomas, con hermosos efectos de iluminación/movimiento de cámara y frecuentes grandes cantidades de extras. Sin embargo, la historia misma se precipita por el poco tiempo dedicado a los detalles y la caracterización del impacto emocional. De los cuatro hijos, sólo el que va a América recibe un tiempo de pantalla significativo, lo que disminuye en gran medida el impacto previsto cuando los hermanos se convierten en víctimas de combate. Entonces, el enfoque principal recae en su madre viuda, un tipo de madre Machree (curiosamente, Ford hizo otra película de ese nombre el mismo año) cuyo sufrimiento desinteresado a lo largo de los años se retrata con gracia, pero que es una caracterización bastante predecible y de una sola nota. Y los villanos oficiales alemanes que envían a sus hijos a la muerte, aquí son aún más caricaturizados, con burlas omnipresentes y monóculos incluidos.
Escena por escena, "Four Sons" está dirigida de una manera tan virtuosa, y la producción es tan ambiciosa en el arco de la historia y la escala física, que se siente como una historia sentimental pero magistral de dos horas y media, que lamentablemente de alguna manera se redujo a las cinco bobinas de 90 minutos, con poco matiz o espacio para respirar. Que Ford pudo hacerlo mejor queda claro en sus películas de la misma época como "The Iron Horse" y "Three Bad Men". Pero todavía vale la pena ver "Four Sons" por sus cualidades visuales en particular, así como por numerosas secuencias individuales efectivas, aunque nos parezca, repetimos, el caparazón truncado de algo que originalmente se pensó como un proyecto mucho más expansivo.
