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¿En Suecia se hacía cine antes de Sjostrom, Machaty o Stiller? Por supuesto, la industria cinematográfica sueca fue, en los albores del séptimo arte, una de las más productivas y más interesantes. Y por si hubiesen dudas, aquí tenemos a George af Klercker para demostrarlo. Nacido en 1877 y fallecido en 1951, fue militar de profesión y a partir de 1915 se incorporó a la industria de las películas iniciando su trayectoria. Sjostrom y compañía comentaban que debían gran parte de sus posteriores logros a este hombre.
El cine de Af Klercker es detallista, minucioso y presta gran importancia al estudio de los personajes. Sus películas tienen una cuidadosa factura y nos sorprenden por la densidad de sus guiones y la belleza de sus escenarios. Pensad que en muchos casos estamos hablando del primer decenio del siglo veinte, cuando casi todo estaba por descubrir. Los temas utilizados por Af Klercker no dejan ni un campo por explorar: drámaticos, románticos, de acción, políticos, comedias... La industria sueca se desarrolló y alcanzó sus cotas de calidad gracias a la labor de este hombre, entre otros realizadores, por supuesto.
En 1991, el Swedish Film Institut tuvo la feliz idea de positivar docena y media de negativos de Af Klercker. Más tarde, esas películas se presentaron en varios festivales de cine silente y los espectadores no salían de su asombro: acababan de descubrir un cine brillante, elaborado y "modernísimo" para esos años, cuando en otros países (y aquí no me gustaría ser demasiado cruel), aún andábamos poco más que por la salida de misa del Pilar.
Aquí, en el foro, tenemos un ejemplo de su cine, "Nattliga toner", posteada hace unos años, por si queréis tomar un "aperitivo" antes de la comilona que ahora os presentamos. No voy a profundizar más; en este caso, como en tantos otros, una imagen vale más que mil palabras y Af Klercker tiene montones de imágenes para convencernos y deleitarnos. Permitidme sólo un breve inciso: el mismo Af Klercker interpreta en algunos casos sus películas y, por otro lado, os recomiendo que os fijéis en esa figura rubia, maravillosa y sensible, llamada Mary Johnson, que interviene en bastantes de los títulos.
