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Primera versión cinematográfica que se conoce sobre una figura histórica que ha sido llevada en diversas ocasione al cine (por William Dieterle y Luchino Visconti entre otros).
Ocho años antes de realizar "El destino de los Habsburgo", Rolf Raffé dirigía "El silencio en el lago Starnberg", que, curiosamente, por temática y por afinidad con la época en que discurren ambas, tiene no pocos puntos de contacto con la anterior. Por ejemplo, aquí encontramos de nuevo la figura de la emperatriz Elisabeth (Sissí), prima del rey Ludwig (Luis), protagonista de esta cinta.
La película nos relata la trayectoria personal de Luis II desde su ascenso al poder tras la muerte de Maximiliano. Sus primeros contactos con Wagner, su incipiente amor al arte y su primer y único amor, frustrado por las circunstancias que se exponen en el guión. Luego, la acción da un salto de bastantes años, hasta la madurez del rey (no os extrañe que incluso el actor que lo personifica sea distinto). En este punto accedemos a los deseos íntimos del monarca, a su concepción de la vida y al paulatino deterioro de su percepción mental, algo que mueve a sus propios ministros, que ven peligrar sus cargos, a encerrarlo en el castillo de Berg, donde al final, en su lago vecino, encontraría la muerte (punto éste, el del suicidio, que aún hoy no parece estar muy claro).
La estructura del filme, asentada en los escenarios reales donde se produjeron estos acontecimientos, es excelente. Castillos, salones suntuosos, jardines bellísimos y exteriores en la propia Baviera, dan al producto un extraordinario realce. Rolffé incluso se permite componer planos de gran calidad, como el de las hijas de Maximiliano leyendo bajo la estatua de un coloso. La interpretación es muy ajustada, un tanto exagerada en el caso de Ludwig, pero entrañablemente patética en lo que hace a Sissí, Carla Raffé Nelsen, esposa del director, que incluso nos hace sufrir con su aspecto anoréxico, como dicen que fue este personaje en su vida real.
Cinta que profundiza en el mal de soledad que sufría Luis II y la incomprensión que le rodeó en toda su existencia.
La copia está restaurada y, en definitiva, creemos que es una buena ocasión para saber algo más sobre las vivencias de ese alma atormentada que fue el mal llamado "rey loco".
