General
| Titulo original: | Der alte Fritz - 1. Friede |
|---|---|
| Nacionalidad: | Alemania |
| Año de producción: | 1928 |
| Género: | Drama |
Otras personas
| Director: | Gerhard Lamprecht |
|---|---|
| Escritor: | Luise Heilborn-Körbitz; Gerhard Lamprecht; Hans Torius |
| Productor/Estudio: | Gerhard Lamprecht Filmproduktion GmbH |
| Compositor: | |
| Fotografia: | Karl Hasselmann |
Funcionalidades
| Duración: | 166 |
|---|---|
| Pistas de idioma: | Muda |
| Idiomas de los subtítulos: | Castellano |
| Modo de color: | Blanco y negro |
| Fuente ripeo: | DVD |
| Soporte: | DivX |
| Tipo archivo: | MKV |
| Calidad imagen: | Buena |
| Peso: | 1,5 Gb |
Reparto
- Otto Gebühr
- Julia Serda
- Bertold Reissig
- Wilhelm Hertwig
- Elsa Wagner
- Heinz Klockow
- Charlotte Ander
- Renate Brausewetter
- Lilli Breda
- Peter von Hahn
Sinopsis
Al finalizar la Guerra de los Siete años, el rey Federico II intenta restablecer la prosperidad económica y cultural de su país tremendamente empobrecido por la guerra. Pero antes tendrá que resolver las luchas en su entorno familiar y en la corte...
Un retrato íntimo entrañable del rey prusiano como un misántropo y melancólico anciano, que se aparta deliberadamente de la recuperación nacionalista.
Comentarios
Película dividida en dos partes con una duración total de 5 horas y 20 minutos, aproximadamente.
Hay obras cinematográficas que son monumentales desde su mismo planteamiento, y no hablo sólo de su duración, sino de la aportación e importancia que significaron para la historia de este arte. Sería el caso de "Birth of a nation", de Griffith, "Napoleón", de Gance, "Greed", de Von Stroheim... No se trata de compararlas ni mucho menos, pero "Der alte Fritz" se acerca mucho a esta calificación. Sin apenas los toques de cine social que nos ofrecería Lamprecht en obras anteriores y posteriores y pasando de puntillas por el bien conocido expresionismo alemán, "encorsetada" --aunque para bien--, en ese espacio temporal que retrata, consigue ofrecernos un retablo histórico riguroso pero al mismo tiempo ameno, punzante e incluso divertido.
A los que conocéis a Lamprecht no os digo nada; ya sabéis como "las gastaba" este señor. A los que no, reservad la mejor butaca de vuestra casa y contemplad esta maravilla. Serán cinco horas y media de vuestra vida muy bien utilizadas.