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Esta comedia de la Keystone presenta a Chester Conklin interpretando a un tipo que se da cuenta de que una hermosa mujer toca el piano, por lo que no se detendrá ante nada para impresionarla, incluso si eso significa poner una bomba en su piano. En efecto, ésta es otra película de la Keystone que tiene poca inteligencia pero mucha acción. Está claro que los guionistas pensaban que todos en el mundo eran un poco locos como para pelear o matar en un abrir y cerrar de ojos y el estudio realmente creó algunos personajes bastante salvajes.
De hecho este corto no es demasiado divertido y no creo que me haya reído ni una sola vez. Lo que mantiene a la película visible es la actuación de Conklin, así como la trama en sí, que es tan extraña que no puedes evitar seguir mirando y preguntándote qué sucederá a continuación. El punto culminante de la película probablemente sea hacia el final, cuando el piano sale a la calle y Conklin lo conduce. Como dije, el actor parece estar pasando un buen rato y no demuestra que le falte energía.
