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Eine tolle Nacht


General

Titulo original: Eine tolle Nacht
Nacionalidad: Alemania
Año de producción: 1927
Género: Comedia

Otras personas

Director: Richard Oswald
Escritor: Paul Morgan; Richard Oswald; Julius Freund; Wilhelm Mannstaedt
Productor/Estudio: Richard Oswald Produktion
Compositor:
Fotografia: Otto Kanturek; Edgar S. Ziesemer

Funcionalidades

Duración: 84
Pistas de idioma: Muda
Idiomas de los subtítulos: Castellano
Modo de color: Blanco y negro
Fuente ripeo: Web
Soporte: x264
Tipo archivo: MKV
Calidad imagen: Muy buena
Peso: 850 Mb

Reparto

  • Ossi Oswalda
  • Harry Liedtke
  • Henry Bender
  • Mira Hildebrand
  • Ferdinand Bonn
  • Paul Graetz
  • Maria Forescu
  • Hedy Waldow
  • Bobbie Bender
  • Hermann Picha

Sinopsis

Un experto fumigador de insectos, una esposa aventurera, una jovencita que idolatra al "rey del cañón" de un espectáculo de variedades, un novio celoso y una novia bailarina de varietés... Éstos y otros personajes confluyen al mismo tiempo, por veleidades del destino, en la sesión nocturna de un cabaré berlinés de renombre. Equívocos y malentendidos se mezclan hasta llegar a un desenlace donde cada uno recibirá lo que merece... más o menos.

Comentarios

Richard Oswald firma esta enloquecida comedia de enredos que proviene de una obra teatral con música estrenada en los años veinte.

Sorprenderá, en un principio, que un director como Oswald, que utilizó el expresionismo en tantas de sus películas, se atreva con un tema tan ligero -algunos dicen que lo es-, como una comedia, que podría pasar por vodevil sin ningún apuro. Sin embargo, Oswald sale con fortuna de la prueba gracias a un ágil y milimétrico guión, dentro del cual los personajes se mueven a un ritmo medido y donde no falta ni sobra un plano. Es más, en algunos momentos flota en el aire un regusto lubitschiano innegable, especialmente en ese pasillo donde se agrupan los camerinos de los artistas, cuyas puertas se abren y cierran al unísono con personajes en su interior que tienen algo que esconder.

Con una puesta en escena bien cuidada y una interpretación que bordea la perfección, el espectáculo no desmaya ni un segundo en su pretensión de distraer al espectador y en algunos instantes en conseguir llevarle a la carcajada. Hay que ver, por ejemplo, a ese cincuentón panzudo, Henry Bender, disfrazado de corista y mostrando una agilidad impensable. O a Ossi Oswalda, la que fuera llamada "Pickford alemana" y a quien recordaremos en "La muñeca", de Lubitsch, jugando a su antojo con quien le place.

Tampoco falta la crítica social-urbanística, con esa puerta de Brandeburgo "envuelta" por obras como si se tratase de un objeto embalado a punto de ser llevado a Correos. Hay escenas desternillantes, como la cena entre el panzudo y la bailarina, él sudando como un descosido por la esterilla térmica que tiene bajo el culo y tratando de "cortar" una ostra con cuchillo y tenenedor, y ella pidiendo lo más caro del menú, para más agobio de su acompañante. O el mismo desenlace, cuando cada personaje se quita la "máscara" y descubre quién es y qué busca.

Eddie Constanti