Comentarios
Edición restaurada en Bluray por Paramount que supone un cambio importante con respecto a las ediciones en DVD (NTSC y PAL) que la propia Paramount había editado.
El audio VO es un 5.1 de gran calidad que he optado por dejar en 640Kbps en AC3. Respecto al audio doblado, he incluído en el ripeo el doblaje original que aunque nunca ha tenido una buena calidad sonora, sin duda es muy superior "técnicamente" al redoblaje en 5.1 que posteriormente se ha hecho. Siempre recomiendo la VO, pero en este caso las diferencias son siderales, el doblaje sin ser malo está a años luz de la fuerza que desprende la VO.
Para los subtítulos he usado los que trae el DVD de la Paramount editado en España, con la "novedad" que he añadido unas líneas de un diálogo en italiano de una escena "mítica", ya que en el DVD editado en España no venía doblada esta parte, y aunque se intuye me parecía más adecuado añadir esas líneas y sincronizarlas.
Producción
El Padrino es una película basada en el libro del mismo nombre escrito por el novelista italoamericano Mario Puzo, aunque la novela al momento de su lanzamiento fue todo un éxito, irónicamente a Puzo no le gustaba, inclusive declaró que sólo la escribió con el afán de ganar dinero. Puzo conoció en la primavera de 1968 a Robert Evans, productor en jefe de la Paramount Pictures en ese tiempo, y le ofreció los primeros borradores de un futura obra que tentativamente se llamaría Mafia, Evans le compró los derechos de la novela a Puzo por $12,500 dólares. Después de la salida y éxito de la novela, ahora titulada El Padrino, en abril de 1969, la Paramount Pictures decidió llevarla a la pantalla grande y convertirla en la típica película de gangsters, la casa productora veía en esta película una mera explotación comercial del best-seller de Puzo. La polémica y la agitación siguieron al anuncio del proyecto, presentaron protestas la Liga de los Derechos Civiles de los Italoamericanos, senadores del Congreso de los Estados Unidos y legisladores del estado de Nueva York, inclusive se llegaron a recibir amenazas de bomba y auténticas intimidaciones para que no se efectuara el rodaje. Pero se hicieron reuniones y las negociaciones tranquilizaron a muchos de los que protestaban, a los que incluso llegó a convencerse de que participaran en la realización de la película. Inicialmente se planeó como una producción clase B, de bajo costo y sin mayores pretensiones, y esto se consolidó con la contratación de un joven y desconocido Francis Ford Coppola como director; el primer día de producción fue oficialmente el 23 de marzo de 1971 con un presupuesto inicial de cerca de un millón de dólares. Tres semanas después de empezado el proceso de la cinta, cuestiones fundamentales debían aún ser resueltas: el presupuesto, el reparto, las locaciones y en qué época se situaría la acción. El director solicitó a la compañía ochenta días para filmar la película, cosa a que accedió el estudio y le otorgaron 83, aunque sólo se emplearon 77. En pleno desarrollo conceptual, los problemas entre los ejecutivos y el novato director salieron a flote, Coppola quería ser fiel a la novela, haciéndola de época y filmándola en Nueva York, lo que al final elevó considerablemente todo el costo del diseño de producción y llevó a la Paramount a gastar seis veces más de lo esperado (aproximadamente $6.2 millones de dólares), cosa que no agradó a los productores.
Cuando se comenzó a rodar la película los problemas no disminuyeron, se comenzó a vincular a la filmación con la Mafia y se acusó de que pedían "colaboraciones como técnicos consultores." Esto se incrementó cuando el papel de Luca Brassi fue interpretado por Lenny Montana, un ex luchador y miembro de la mafia, y se rumoraba que el propio Carlo Gambino, asistió a los sets para mirar a Brando como Vito Corleone, situación que se debía esperar debido a que el capo fue unos de los modelos que el escritor tomó cuando concibió el personaje de Vito Corleone. Además El Padrino hizo ver a la opinión pública la cercanía que existe entre las organizaciones mafiosas y Hollywood, llevando a que el valor de las acciones de la Paramount bajaran inmediatamente. Mientras tanto al interior de los sets, Gordon Willis tenía diferencias constantes con Francis Ford, criticando su poca experiencia en el plano.
Guión
Cuando el productor del filme, Albert S. Ruddy le comunicó a Mario Puzo que Coppola sería el director del proyecto, Puzo comenzó a trabajar inmediatamente en el guión de la película, a sugerencia del propio Ruddy, Coppola trabajó en conjunto con Puzo en la adaptación de la novela. La pareja escribió un guión por separado, el director se la pasaba todas las mañanas escribiendo en una mesa del Café Trieste de San Francisco, mientras que Mario lo hacía en su oficina en Los Ángeles, aunque siempre se mantenían en contacto. Al final dio como resultado un guión de cerca de 163 páginas para una película de aproximadamente tres horas de duración. Para no provocar más problemas, como los que antecedieron al inicio de la producción, el autor y el director deliberadamente eliminaron del guión todas las referencias a la palabra "Mafia."
Para asegurarse que fueran incluidas todos los eventos principales de la novela, Coppola optó por arrancar las hojas de cada uno de los hechos principales del libro y pegarlos en un cuaderno de notas, además en cada una de ellas realizó anotaciones en los márgenes. A diferencia de lo que ocurre en la novela, el director y el novelista no permitieron dar saltos en el tiempo, como sucede a menudo en el libro, y retomar parte de lo ya contado con un personaje, al contarlo desde el punto de vista de otros personajes y en otras circunstancias. Esto no pudo ofrecer al espectador los antecedentes de los personajes y por lo tanto no se expusieron algunas motivaciones que impulsaron a los personajes a actuar como lo hacen, Coppola redujo las tramas secundarias y acortó visiblemente el desarrollo de algunos personajes secundarios, como el del sicario de la familia, Luca Brassi, o el del cantante melódico en crisis, Johnny Fontaine - que se ha interpretado como un trasunto de Frank Sinatra-, que tienen más protagonismo en el libro, haciendo que el espectador sólo centre su atención en la familia. Conforme leía las paginas del libro, el director descubrió los tintes de tragedia en la historia, y optó por desarrollarlo al máximo, de hecho el propio Francis Ford Coppola mencionó que El Padrino le había recordado la tragedia El rey Lear, de William Shakespeare: En ella se representa el crepúsculo de un rey anciano y la ruptura posterior de su reino por las disputas entre sus tres herederas. De las tres, la menor, la que parece menos preparada, es al final quien vence. El joven Michael - el más pequeño e inexperto de la familia Carleone -, hereda el mando de la familia por los errores de sus hermanos mayores.
El comienzo de los ensayos fue retrasado una hora y 45 minutos gracias a que las últimas revisiones del guión no se habían hecho y después de las etapas iniciales, Puzo fue expulsado por completo de la película. Paramount no lo dejó ver el corte final de la misma. Coppola, a falta de guionista, contrató a Robert Towne para que escribiera un par de escenas clave que él mismo no había podido completar, entre las cuales se encontraban: La escena entre Vito y Michael tras el regreso del segundo de Sicilia y la escena en que Michael planea la muerte del capitan de policía McCluskey.
Dirección
Varios directores fueron considerados para el proyecto, los primeros en la lista fueron los americanos Elia Kazan y Arthur Penn, y el franco-griego Costa-Gavras, pero cada uno de ellos declinó la invitación, por lo que la Paramount estuvo a punto de desechar el proyecto. Evans prefería que la obra fuera encabezada por un director italoamericano y finalmente le ofrecieron el trabajo, a sugerencia de Peter Bart, a Francis Ford Coppola, un joven director italoamericano que venía de recibir un premio de la Academia por co-escribir el guión de la película épica de la Segunda Guerra Mundial titulada Patton. Paramount no quería a Coppola porque sus anteriores cintas habían fracasado en taquilla, pese a tener experiencia trabajando con presupuestos ínfimos y que por no ser un director famoso, les salia relativamente barato el aunarlo a sus filas. Según Evans, Coppola inicialmente tampoco deseaba dirigir la película porque temía glorificar a la mafia y la violencia, y reflejaría pobremente su herencia siciliana e italiana; el joven Coppola decidió meterse en el proyecto para lograr el dinero suficiente para poner en marcha los proyectos de su productora independiente, Zoetrope.
Los problemas continuaron cuando, el ahora director de la cinta, se decidió por el actor Marlon Brando para el papel principal. Él y Puzo estaban de acuerdo, pero todos en Paramount no aceptaban la idea debido al excéntrico comportamiento del actor en sus anteriores películas, el cual lo había llevado a aparecer en los encabezados de periódicos de chismes. Coppola no cedió ante las negativas de la productora y amenazó con dejar el filme si no la protagonizaba Brando, por lo que Paramount propuso al director tres condiciones que, ellos sabían, Brando nunca aceptaría: Primero, no ganaría un sueldo establecido sino que recibiría una parte de las ganancias finales del filme. Segundo, cualquier exceso de presupuesto ocasionado por sus actitudes de divo sería descontado de su parte. Tercero, tenía que hacer una audición frente a las cámaras, algo a lo que el actor siempre se había rehusado. Brando aceptó. y su audición encantó a la productora.
Esta película presenta un retrato preciso y profundo de una época y un ambiente, pero sobre todo es una crítica subrepticia a la sociedad norteamericana, las relaciones intrafamiliares, la práctica política y sus esquemas morales tratados sutilmente como trasfondo del guión mediante asuntos relativos al mundo de la mafia, la inmigración, la relación de pareja, los sistemas de dominación familiares, la violencia criminal y su asociación política, etc.
Parte del atractivo visual y estilístico de la obra consiste en la interpretación de la figura de Michael Corleone. En la secuencia inicial de la película Michael se nos presenta con rostro angelical, incluso Coppola emplea filtros especiales que reducen sus arrugas y combinados con la iluminación y el maquillaje nos enseña un Michael mucho más joven, recién abandonada la adolescencia. El brutal cambio que se opera en su alma cuando asume la herencia de sangre de los Corleone se refleja también en su rostro, que en la última escena es ya el de un hombre maduro, complejo, que mira directamente a los ojos y miente con todo su corazón.
Sin embargo, se le ha criticado al director el ofrecer una imagen demasiado atractiva del mundo de la mafia.
Premios
Oscar
1972 Oscar a la mejor película Ganadora
1972 Oscar al mejor director Francis Ford Coppola Nominado
1972 Oscar al mejor actor Marlon Brando Ganador (No aceptó)
1972 Oscar al mejor actor de reparto James Caan Nominado
1972 Oscar al mejor actor de reparto Robert Duvall Nominado
1972 Oscar al mejor actor de reparto Al Pacino Nominado
1972 Oscar al mejor guión adaptado Francis Ford Coppola y Mario Puzo Ganadores
1972 Oscar a la mejor banda sonora Nino Rota Nominado (descalificado)[1]
1972 Oscar al mejor diseño de vestuario Anna Hill Johnstone Nominada
1972 Oscar al mejor montaje William Reynolds y Peter Zinner Nominados
1972 Oscar al mejor sonido Bud Grenzbach, Richard Portman y Christopher Newman Nominados
Nino Rota fue descalificado al considerarse que su canción era una versión de otra utilizada anteriormente. John Addison por La huella entró en su lugar.
Globo de Oro
1973 Globo de Oro a la mejor película - Drama Ganadora
1973 Globo de Oro al mejor director Francis Ford Coppola Ganador
1973 Globo de Oro al mejor actor - Drama Marlon Brando Ganador
1973 Globo de Oro al mejor guión Mario Puzo y Francis Ford Coppola Ganador
1973 Globo de Oro a la mejor banda sonora Nino Rota Ganador