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Maurice Tourneur no ignora el texto de Cooper, aunque elimina todo lo superfluo de la novela. En un silente los personajes no pueden vociferar como lo hacen en la ficción de Cooper. El papel de Hawkeye se reduce. Tiene pocas escenas y no es el protagonista romántico que Randolph Scott y Daniel Day Lewis tendrían en adaptaciones posteriores. Es el leñador hogareño, tranquilo y asexual que Cooper describe. Tourneur elige, más bien, centrarse directamente en el romance trágico del núcleo de la novela. Así impide que la película de convertirse en otro "Nacimiento de una nación" con Wallace Beery sustituyendo a los hombres blancos de cara pintada de negro de Griffith, que intentan violar a las mujeres blancas.
La técnica de Tourneur es impresionante. La perspectiva de la cámara, la iluminación y la edición están muy por delante de lo que se estaba haciendo en 1920. La acción, en la copia de Eastman, parece un poco rápida. No estamos seguros de si se proyecta a la velocidad de correcta. Tourneur, obviamente, filmó con la cámara elevada durante las secuencias de acción, para dar a los actores y extras la apariencia de un movimiento furioso. Sin embargo, éstas son sólo pequeñas críticas.
Como en todas sus películas, Tourneur refrenó las expresiones faciales exageradas y los gestos teatrales de los actores, lo que quizá explique por qué hay tantos intertítulos que describen las motivaciones de los actores. Barbara Bedford está moderada y natural como Cora; algunos podrían argumentar que demasiado moderada para ser la heroína apasionada y morena de la novela de Cooper. Pero Tourneur dejó que la belleza tranquila de Bedford actuase como una cubierta que oculta una naturaleza volátil. Su desafío a las convenciones sociales y femeninas, con las que muestra atracción por un guerrero nativo y se sacrifica impulsivamente para proteger a su hermana en la ciudad india, nos afecta aún más por su quietud. En Garbo, esa quietud era alabada como mística. Así, tal vez no sea una coincidencia que el protegido de Tourneur, Clarence Brown, quien terminó esta película cuando Tourneur resultó herido, guiase la carrera temprana de Garbo, que comenzó con "Flesh and the Devil", en 1926.
