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La farsa, género cómico al que pertenece este cortometraje co-dirigido por Piotr Chardynin (otras fuentes atribuyen a este último su exclusiva paternidad), no es algo inusual de encontrar en la filmografía de Bauer. Bien es cierto que la mayor parte de las películas conservadas del ruso son, curiosamente, las del género dramático. Quizás por ello en el imaginario cinéfilo se haya instalado una idea sobre el cine de Bauer que, a lo mejor, de haber tenido acceso a estas otras obras ya desaparecidas se habría alterado nuestras preconcebidas ideas sobre el universo un pelín catacúmbico y pesimista de don Yevgeni.
De momento, y a falta de conocer la otra comedia disponible del realizador (“Tysyacha vtoraya khitrost”, que la podremos ver en el ciclo), no se puede decir que este “apartamento del tiito” sea ni contenida ni estilísticamente arriesgada, ni muy sutil, ni decadente, ni nada por el estilo, a lo sumo denota buen gusto decorativo, sobre todo en lo referente al vestuario y una buena utilización de los exteriores. Estilísticamente es todo lo contrario a lo que conocemos (o hemos leído) del Bauer dramático (e incluso lanza algún dardo al personaje un tanto irrisorio del poeta, como representante de la Gran Cultura), y anticipa por tono las sátiras un poco gruesas del posterior Protazanov. Ni siquiera la aparición de un vital y gesticulante Mosjoukine anuncia futuros trabajos de qualité del afamado actor, aquí entregado a la causa vodevilesca en cuerpo y alma.
Queda la duda si Bauer dejó su impronta en este film o fue exclusivamente obra Chardynin. Lo que sí es seguro es que los que intervinieron se lo pasaron bien "prima della rivoluzione".
