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En otro archivo Que Grande es el Cine, de José Luis Garci. Programa 1. Presentación y coloquio.
Fecha de emisión: 13-febrero-1995. Invitados: Antonio Muñoz Molina, Antonio Giménez-Rico y Juan Miguel Lamet.
Audicomentario dentro del mkv.
Premios
1961: 2 Oscars: Mejor fotografía B/N, dirección artística B/N. 9 nominaciones
1961: Globos de oro: 3 nominaciones, incluyendo mejor actor - Drama (Newman)
1961: Premios BAFTA: Mejor película y actor extranjero (Newman). 3 nominaciones
1961: Círculo de Críticos de Nueva York: Mejor director
1961: Sindicato de Directores (DGA): Nominada a Mejor director
1961: Sindicato de Guionistas (WGA): Mejor guión drama
1961: National Board of Review: Top 10 mejores películas y actor sec. (Gleason)
Tras llevar una racha de pelis malas, masacrándome las neuronas a través de las córneas, necesitaba ver buen cine. Y el azar quiso que fuese esta peli la primera que sacase de mi caja de dvd's. Como dijo aquel: a veces el diablo se pone de nuestra parte.
Maravillosa película, con una impresionante y necesaria enseñanza: no es en la habilidad concreta que uno domine donde se demuestra el éxito o el fracaso, sino en que los frutos que de ella obtenga sean sabrosos o estén podridos.
Paul Newman no interpreta. Eso, se mire como se mire es fingir. Haciendo que parezca sencillo lo dificilísimo, simplemente da vida al personaje, lo hace real y palpable. Miradas, gestos, y -sobre todo- sonrisas, traspasan el celuloide, la pantalla, y lo que haga falta, para crear un nivel de credibilidad pocas veces vistos en toda la historia del cine. Eddie está vivo, deseamos conocerlo, y soñar, amar, y sufrir junto a él. Impresionante es decir poco.
A su lado, Piper Laurie deció contagiarse de genialidad, y sabe darle la réplica con una muy dolorosa y convincente recreación de persona sola, débil, dependiente, y con fondos de nobleza, con quien es dificil no llegar a sentir auténtica pena. Esto si es cine.
George C. Scott (cada vez que veo un documental o peli de la segunda guerra, en el que nombren a Patton, veo su cara), no necesita derrochar expresividad ni ademanes para componer el prototipo de cinico sin escrúpulos, que con una media sonrisa torcida o una mirada clavada a las pupilas, logra disimular intenciones o encontrar puntos débiles en sus presas. Uno llega a despreciarlo de verdad, y a eso en un actor se le llama talento.
Y Jackie Gleason, el último vértice del cuadro. Inolvidable su Gordo de Minnesota. Derrochando clase y elegancia. El rival que todos deberiamos tener alguna vez en nuestra vida, para poder esbozar una auténtica sonrisa de satisfacción de llegar a vencerlo. Magistral su interpretación, metáfora de los sueños que se quieren alcanzar, al aparecer -al ser- principio y final de la historia.
Rodada en gloriosos blanco y negro, con toda su gama de grises -como la vida misma- no es una peli que vaya a recomendar. Eso seria tan absurdo como decirle a alguien que algún dia ha de morir. Todo el mundo sabe que tarde o temprano llegará a ese punto, y esta película es algo que cualquiera que bucee -un poquito tan solo- en el mundo de las películas gloriosas, llegará a descubrir, a gozar, y a admirar. Lo quiera o no.