Comentarios
ADOLPHE MENJOU
Actor al que, personalmente, odiamos más allá de sus papeles en la pantalla. Ya no se trata de su apariencia de corneja vieja, con ese bigotito posfranquista que ostentaba, sino por su papel preeminente en la famosa "caza de brujas" que tuvo lugar a principios de los cincuenta, auspiciado por el tristemente famoso Comité anticomunista estadounidense. En ese tribunal, Menjou cantó la parrala, destruyó carreras cinematográficas y denunció a diestro y siniestro incluso a parientes, si vinieran al caso.
Era elegante, hay que admitirlo. Siempre bien trajeado, encorbatado y con brillantina en el pelo. Sólo le recordamos una película en que se despeinó y apareció con barba de varios días: "Little Miss Marker" (1934), con Shirley Temple como compañera de reparto. Trabajó en el silente y luego en el sonoro, hasta 1961, en el show de June Allyson. Los americanos le llamaban "suave" y "debonair" (afable y elegante). Nosotros le llamaríamos de otras formas impublicables, pero como ya está difunto, tengamos un respeto por sus restos, aunque no lo merezca.
(Eddie Constanti)
La versión bien filmada pero lenta de "The Swan", de Molnar, se ve obstaculizada por demasiados intertítulos. Frances Howard, que pronto sería la señora de Sam Goldwyn, es una princesa encantadora, Ricardo Cortez es un excelente tutor y Adolphe Menjou es, como siempre, un príncipe aristocrático y divertido, pero se necesitan veinte minutos hasta que se componga la situación y el resto del guión se resuelve mediante intertítulos. Sin que sirva de precedente, quedaos con la encantadora versión de los años cincuenta, con Grace Kelly, Louis Jourdan y Alec Guinness.
