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Ripeada por Arupa a partir de un xvid de 1,5 GB
Esta película de Antonioni anunciaba ya su tetralogía de la incomunicación (La aventura, La noche, El eclipse y Desierto Rojo). Apurando todavía los coletazos del neorrealismo, el director milanés fija su interés en la alienación humana, producto del contexto personal de cada individuo, y en la que intervienen factores sentimentales y laborales. Aldo, el protagonista, emprende su particular éxodo al ser rechazado por Irma tras siete años de concubinato. De esta forma, deja atrás mujer y empleo para encontrar una nueva vida intentando alejarse de su tormento. Este deambular del personaje es magníficamente mostrado por Antonioni, quien demuestra de nuevo su inmenso potencial para la puesta en escena, combinando con genialidad los movimientos de cámara con los movimientos de los elementos escénicos, cual baile de salón. El paisaje toma partido de la historia como condicionante del devenir de Aldo, envuelto en densa niebla o bajo tormentosas lluvias. Mientras, a su alrededor, Italia se regenera en plena década de los 50, pero todo ello ocurre sin que al protagonista le incumba, ajeno al cambio social. Su delicada situación únicamente ocurre en su cabeza. El viaje de Aldo por las comarcas rurales italianas –ya que la ciudad sería demasiado cara para un parado- ayuda a conformar un excelente relato que se apropia del alma del protagonista. Antonioni infunde a su película un acertado aroma melancólico y de pesadumbre que congenia elocuentemente con el momento existencial sobre el que se centra toda la historia, sin desviarse nunca de su cometido y apoyándose con firmeza en situaciones secundarias que impulsan mejor el desarrollo del film.