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He aquí un caso curioso de actor, director y productor que muchos no conoceréis, pero que suma en su haber cinematográfico con la cifra de más de 140 películas dirigidas, 320 interpretadas (siempre como secundario) y un montón de producciones. Ahora tenemos ocasión de rendirle un modesto homenaje desde estos canales, con una simpática película.
El guión se centra en una joven agobiada por su "encierro" en uno de esos pisos de cualquier ciudad del mundo, donde el cemento se convierte en muro de prisión. De repente recibe una herencia de un tío desconocido, que le deja mil dólares. En la década de los veinte, mil pavos eran un fortunón y ella decide independizarse y convertirse en una mujer de negocios. Luego conoce a un galán que arrastra un secreto tras de sí, se enamoran y empiezan los problemas. El pasado reaparece para ambos y deberán afrontar una serie de equívocos, alguno muy grave.
Ya hemos dicho que la película es simpática, está bien construida y los actores son creíbles (como muchas veces, los secundarios se llevan el gato al agua --esa joven que "habla" con su manguito de cuello, en forma de cabeza de serpiente). Incluso asistiremos a un remedo de secuencia con suspense, como las que rodaría más tarde don Alfredo, cuando se entabla una furiosa carrera con una moto y sidecar, para llegar a tiempo al tribunal y que no condenen a un inocente.
Filme amable y sencillo, pero que no decepciona. Y eso es mucho.
Eduard José Gasulla