2189

El orgullo de la firma


General

Titulo original: Der Stolz der Firma
Nacionalidad: Alemania
Año de producción: 1914
Género: Comedia

Otras personas

Director: Carl Wilhelm
Escritor: Jacques Burg; Walter Turszinsky
Productor/Estudio: Projektions-AG Union-Films
Compositor:
Fotografia: Axel Graatkjaer

Funcionalidades

Duración: 44
Pistas de idioma: Muda
Idiomas de los subtítulos: Castellano
Modo de color: Blanco y negro
Fuente ripeo: VHS
Soporte: x264
Tipo archivo: MKV
Calidad imagen: Mala
Peso: 950 Mb

Reparto

  • Ernst Lubitsch
  • Martha Kriwitz
  • Victor Arnold
  • Albert Paulig
  • Alfred Kuehne
  • Hugo Doblin
  • Ressel Orla

Sinopsis

Un joven y poco diligente mozo es despedido de la tienda en que trabaja. Huye de su casa y su ciudad y se traslada a Berlín, donde empieza a trabajar en una tienda de modas...

Comentarios

Ripeada por Arupa a partir de un xvid de 680 MiB

En Der Stolz der Firma, estrenada el 30 de julio de 1914, Lubitsch, entonces comprometido con la prestigiosa compañía de Max Reinhardt, repite, aún para la PAGU, y todavía bajo la dirección de Carl Wilhelm, la figura cómica de un empleado judío que trabajaba en el mundo de la moda berlinesa y que le había valido el éxito en Die Firma heiratet unos meses antes, el Moritz Abramowsky de la película anterior se convirtió aquí en el bien llamado Siegmund Lachmann.
Diversos barrios del Berlín de 1914 resurgen como exteriores bellamente fotografiados, sobre todo porque la copia conservada es muy bella, y el mundo de la moda se describe con una preocupación por el detalle que hace de Der Stolz der Firma un documento histórico de primera magnitud. Pero el interés de la película no se limita a su vertiente documental.
Porque la comedia es divertida, animada y a menudo refrescantemente cruda, atemperada por una simpática bonhomía. La puesta en escena de Carl Wilhelm es elegante e ingeniosa: desfiles de moda bellamente coreografiados (y abiertamente publicitarios, una caja de cartón que nos informa de que "Los vestidos son de.... "), uso hábil de un espejo en un probador que da a los personajes y al espectador el don de la ubicuidad.
Todos los papeles secundarios están caracterizados por excelentes actores con una sólida experiencia teatral. Pero es obviamente Lubitsch quien tiente la parte del león, sin dudar en dividirse en una divertida confrontación entre el pasado (el aprendiz) y el presente (el joven jefe). Hace de este Siegmund (Sally o Moritz en otras películas) no muy favorecido por el destino al principio (es a la vez feo y pobre) una irresistible figura de la comedia que se gana el apoyo del espectador y de los demás personajes por su encanto, su ingenio y su arte de replegarse en cualquier circunstancia.
Injustamente subestimado, incluso por los admiradores de Lubitsch, que se apresuraron a restar importancia a su carrera de actor en favor de la del director (pero su actuación aquí determina la organización del espacio), Der Stolz der Firma es un delicioso ejemplo del rico cine alemán de los años diez en su mejor momento.
Claude Rieffel