1496

El palacio de calzado Pinkus


General

Titulo original: Schuhpalast Pinkus
Nacionalidad: Alemania
Año de producción: 1916
Género: Comedia

Otras personas

Director: Ernst Lubitsch
Escritor: Hanns Kräly; Erich Schönfelder
Productor/Estudio: Projektions-AG Union-Films
Compositor:
Fotografia:

Funcionalidades

Duración: 45
Pistas de idioma: Muda
Idiomas de los subtítulos: Castellano
Modo de color: Blanco y negro
Fuente ripeo: BD
Soporte: x264
Tipo archivo: MKV
Calidad imagen: Muy buena
Peso: 700 Mb

Reparto

  • Guido Herzfeld
  • Else Kentner
  • Ernst Lubitsch
  • Hanns Kräly
  • Ossi Oswalda
  • Fritz Rasp

Sinopsis

El mal estudiante Rally Pinkus es expulsado del colegio. Consigue empleo en una zapatería, pero su carácter enamoradizo hace que lo echen. Consigue un nuevo empleo en otra zapateria y alli, aprovechándose de las debilidades de su jefe, le quita a una clienta rica y se establece por su cuenta.

Comentarios

Ernst Lubitsch nació en Berlín, en el seno de una familia judía. Su padre era sastre y quería que Ernst se hiciese cargo del negocio, pero éste se inició muy pronto en el mundo del teatro y antes de los veinte años ya trabajaba en la compañía de Max Reinhardt. Intervino en más de cincuenta películas hasta que se decidió a dirigir sus primeras cintas, que fueron un éxito desde el principio. Ya como un director de fama reconocido tanto por el público como por la crítica, a comienzos de los treinta dio el salto hacia Estados Unidos y realizó varias operetas y temas de carácter social y melodramáticos que hoy están considerados como obras maestras.

Lejos de dormirse en los laureles, Lubitsch nos ofreció dos páginas del cine que ya son historia, como "Ninotchka" y "Ser o no ser", en ésta rindiendo cuentas personales con sus compatriotas alemanes nazis. En esa época fue supervisor de la Paramount e impulsó a jóvenes promesas en el exilio, como Wilder y Preminger. Este último fue quien completó "La dama de armiño" (con resultados desastrosos), cuando Lubitsch sufrió su sexto ataque al corazón que le llevaría definitivamente a la tumba en 1947.

Le llamaban "el príncipe" y su famoso "toque Lubitsch" no ha sido igualado. Su emblema era "sugerir en vez de mostrar", y con él se atrevía a burlar a la censura y a profundizar en las relaciones eróticas de sus personajes, siempre con un fino humor reinando en cada escena. Por medio de un pasillo y puertas que se abrían y cerraban, con ayuda de una elipsis aparentemente inocente, daba a entender muchas más situaciones que otros con imágenes más descarnadas. "El abanico de lady Windermere" es un ejemplo de cuanto decimos. Probó fortuna en el campo del musical, del drama pasional y del tema bélico, y casi siempre salió airoso de todos ellos. Su figura es irrepetible, por cuanto ahora ya no es preciso inventar técnicas ni argumentos como cuando él lo hizo.
------------------------------
Tras comenzar su carrera en el cine como actor a principios de la adolescencia, Lubitsch ya escribía, dirigía y protagonizaba sus propias películas en 1914. "Schuhpalats Pinkus" se filmó durante sus años formativos como cineasta, cuando aún dependía mucho de la caricatura (o autocaricatura) en su representación cómica de la subcultura judeo-alemana.

En los casi 45 minutos de esta película seguimos la carrera meteórica de Pinkus (Lubitsch), desde sus torpezas como estudiante escolar sin motivación e indisciplinado, luego a través de su búsqueda de empleo poco prometedor, su primera posición efímera como empleado de una zapatería y su posterior auge dentro del negocio del calzado. La clave del éxito de Pinkus en esta cinta es el encanto que tiene sobre las mujeres, una ventaja que explota al máximo y que le brinda tanto dinero como avance empresarial. La película ofrece momentos divertidos, pero está lejos de la elegancia y sofisticación que marcó el trabajo posterior del director. En lugar del "toque" Lubitsch, digamos que nos brinda el "cosquilleo" Lubitsch.

De cualquier forma es interesante fijarse en ese personajillo bajito, feo y con ojos de diablejo que era por entonces Lubitsch. Con esta apariencia (y con un cerebro superdotado), supo llegar a ser el gigante del que hoy todos podemos disfrutar con su legado artístico.
-------------------------------
Dirigida e interpretada por el propio Lubitsch, como solía ser habitual en el cine de la época, este mediometraje inicia la cuenta de sus comedias. Divertida y muy en la linea de las comedias americanas de los mismo años.

Conclusiones que saco tras ver esta película:

1. Erns Lubitsch era más feo que un demonio.

2. Su sentido del humor todavía estaba a medio forjar.

3. No tenía vergüenza alguna, para poner esas caras que pone y regalarse semejante personaje.

Le ha sentado muy mal el paso del tiempo a esta decepcionante película del maestro alemán, la más floja que le he visto. Los momentos de slapstick apenas funcionan, resultan demasiado burdos e infantiles incluso para tratarse de 1916. La historia es simplona, poco o nada creíble; y la puesta en escena, teatral y poco ingeniosa, está a años luz de la sublime inteligencia de títulos como El abanico de Lady Windermere o Remordimientos.

Pese a todo se deja ver, porque es cortita y porque el personaje de Sally Pinkus mola. Es feo, pero vuelve locas a las chicas, putea a todo el mundo y encima triunfa en los negocios y en el amor. ¿He dicho ya que la historia es muy poco creíble?

Lo mejor: destacar la importancia de un buen marketing para triunfar en los negocios.
Lo peor: te ríes poco, la verdad.