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Premios
1980: Saturn Awards: Mejor Actor Sec (Crothers). 4 nom. incluyendo Película Terror
1980: 2 nominaciones a los Premios Razzie: Peor director y actriz (Shelley Duvall)
Existen dos versiones comerciales de "The Shining" la estrenada en USA y versión internacional, para mi ripeo he utilizado la versión USA, en versión original con subtitulos, paso por alto el desastroso doblaje que se realizo en España, a pesar que los actores de doblaje en los países de habla no inglesa fueron seleccionados por el propio Kubrick.
Aviso: la versión doblada al español es otro tipo de terror.
Versiones comerciales
Preestreno: 146 minutos aprox. (celuloide)
Versión para Estados Unidos: 143 minutes, 45 Seconds
Versión internacional: 114 Minutes, 43 Seconds
La película se proyectó por primera vez al público el 23 de mayo de 1980: fue un estreno restringido, muy al uso en aquella época, ya que solo se exhibió en medio centenar de salas de Nueva York y de Los Ángeles. Apenas unos días después, el director y la Warner pidieron a los exhibidores que cortaran una escena del final (la escena del hospital) y devolvieran a la distribuidora el celuloide sobrante. Tras ser eliminada físicamente también de cada una de las copias almacenadas y de los negativos, el 13 de junio se produjo el lanzamiento para el resto de Estados Unidos. Unos meses más tarde, con vistas a la explotación internacional, Kubrick volvió a recortar el metraje, esta vez en unos 30 minutos. Aunque la productora justificaba los cortes por una acogida inicial por debajo de lo esperado, es posible que el motivo real fuera el deseo del director de reorientar la narración hacia una vertiente más abstracta. Para ello decidió minimizar la influencia en la trama de cuatro factores que tanto en el libro como en la versión larga jugaban un papel más determinante.
Según The Shining FAQ, las dos tienen el estatus de corte del director, puesto que fue él mismo quien decidió los cortes de cada una.
El otro epílogo
La fría acogida de los primeros pases en Estados Unidos acabó de decidir al realizador para suprimir una escena que se desarrollaba a modo de epílogo justo tras el desenlace del laberinto nevado y antes de la misteriosa secuencia final de la fotografía de los años veinte. En dicha escena, Wendy, convaleciente en una habitación de hospital, recibe la visita del administrador, quien le comunica que los investigadores no han encontrado el cadáver de su marido ni tampoco el del cocinero. Tal revelación suponía un giro narrativo arriesgado, puesto que venía a proponer nuevas conjeturas sobre todo lo ocurrido dentro de los muros del Overlook en los meses anteriores.
La mejor utilización de la luz y el sonido de la Historia del Cine
El Resplandor dejó la marca ineludible del maestro de todos los géneros en la bandeja de entrada del cine de terror. Hasta aquel día, las películas de esta noble familia poseían dos características inherentes a ella: los golpes de efecto y la penumbra. Con El Resplandor, Kubrick finiquitó el género y lo llevó un paso hacia adelante.
No buscó la empatía del público ante la adversidad existencial de Jack, sino que antepuso el obvio recurso de la novela de St. King para cocinar un aumento paulatino de la tensión distanciando emocionalmente al espectador de los actos del gran Nicholson. Ese fue uno de sus mayores aciertos. El segundo, y que pone título a esta crítica, fue la revolución que supuso acojonar al respetable con más voltios de luz que un concierto de los Village People. Fue una agradable sorpresa comprobar en carnes como un lunático golpeando una pelota contra una pared daba más miedo que cualquier zombie salido de ultratumba. La luz nos mostró una mente perturbada con la misma precisión que el bisturí de un cirujano. Y el sonido nos aterró: las ruedas de un triciclo sobre madera y moqueta, el golpeteo de la pelota contra suelo y pared, las teclas de la máquina de escribir incluso, cómo no comentarlo, la voz doblada de la gran Verónica Forqué chirriando de manera sublime con cada aparición en pantalla.
¿Qué produce más temor? Escuchar repiquetear contra la pared o contra unas teclas los golpes solitarios de un psicópata in crescendo minuto a minuto... o contemplar a un malote entre tinieblas y vestido de negro con un gancho en la mano? Personalmente me acojona el doble lo primero, ya que me acerca a su realidad de manera nítida y brillante.
Nadie ha conseguido retratar mejor los "laberintos" de la mente humana como Kubrick en esta extraña película bañada de luz y arropada por su sonido, amén de regalarnos proezas técnicas como ese travelling a ras de suelo que ha pasado por mérito propio a encabezar una de las mejores secuencias del cine de todos los tiempos.