El show de Truman

Personal

Valoración personal:

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Otras personas

Funcionalidades

Reparto

• Jim Carrey
• Ed Harris
• Laura Linney
• Noah Emmerich
• Holland Taylor
• Natascha McElhone
• Muriel Moore

Sinopsis

Truman Burbank comienza su vida siendo uno de los cinco embarazos no deseados elegidos para ser la estrella del reality show televisivo llamado “El Show de Truman”. Llevado a cabo dentro de una ciudad completamente artificial llamada Seaheaven (Cielo de Mar, literalmente), que a su vez está dentro de un enorme domo, Truman crece como la única persona del pueblo que no sabe que vive dentro de una realidad construida para el entretenimiento de aquellos en el exterior.
La película comienza desde el día 10.909 de la vida de Truman (y por ende del programa). Comienza en el estilo de un programa de televisión, con los créditos iniciales y entrevistas a los tres personajes principales: Christof (el creador del programa), Meryl (la esposa) y Marlon (el mejor amigo). A través de la película, escenas de Truman son interpuestas con escenas de gente del exterior mirando “El Canal de Truman”. La película muestra muchas de las necesidades de Truman de seguridad – su trabajo como agente de seguros, su miedo al agua y a la navegación – que se contraponen con su enorme deseo de explorar el mundo, de viajar, de simplemente dejar Seaheaven atrás. En uno de los intentos de evitar que Truman decida dejar la isla en la que vive, se encuentra la muerte preparada de su padre a manos de una tormenta en alta mar, un amenazante perro en su camino mientras intenta explorar la isla, y otras explícitas maneras de desalentarlo en sus deseos.
A pesar de los deseos de los productores, Truman hace diferentes elecciones que se contraponen a sus deseos de controlarlo a él y a su mundo. Se enamora de una actriz extra llamada Lauren, que es subsecuentemente despedida. Se le dice a Truman que ella y su familia se mudarán a Fiyi, por ende provocando en él un eterno deseo de viajar a ese país y encontrarla. Por otro lado, se encuentra a un hombre en la calle al cual reconoce como su fallecido padre, comenzando en él una crisis emocional y aumentando su creencia de que es el centro del mundo (que de hecho, lo es).
Sus amigos y familia concentran sus esfuerzos en controlar su creciente interés por conocer su pasado. Revistas, programas de televisión y radio, comienzan a llevar el lema de “quedarse en casa”. Sin embargo, Truman comienza a atar cabos que le inducen a pensar que es parte de algún tipo de complot que abarca toda su vida, en el que incluye a todos sus conocidos. Para concluir esto, el productor reintroduce la figura paternal, con la esperanza de calmar los ánimos.
A pesar de esto, Truman continúa con sus pensamientos, y en un momento de descuido, escapa del ojo de la cámara para salir a navegar, superando sus miedos. Christof toma el asunto en sus manos, y con ayuda del equipo controlador del clima, crea una tormenta artificial, que casi acaba con la vida de Truman. Pero la determinación de éste, hace que Christof desista en su intención de detenerlo de esta manera. Poco después, Truman alcanza el final del plató y encuentra una salida. Antes de que salga, Christof aparece nuevamente e intenta una vez más de que Truman no abandone su utopía artificial. Éste una vez más rechaza la oferta y desaparece tras la puerta a un futuro incierto. Mientras tanto, los espectadores de todo el mundo se alegran de este desenlace, aunque casi inmediatamente lo olvidan y buscan algo más para entretenerse.

Comentarios

Pues sí, como dice Carlos Boyero de vez en cuando salen cosas en esto del cine diferentes y nos reconcilian con el séptimo arte cuando parece que la mediocridad lo invade todo y esta es sin lugar a dudas una de esas cintas que hay que marcar con boli rojo en los últimos diez años. Lo tiene casi todo para ser perfecta y eso hace que quizá no lo sea, al sentir cuando uno la degusta que todo, absolutamente todo funciona a la perfección.

En cuanto tuve ocasión me compré el guión de “El show de Truman”, sin lugar a dudas uno de los más originales de la década de los noventa y que es algo más que negro sobre blanco, es a mi juicio una obra maestra que todo aspirante a guionista debería leer y estudiar. Es obra de Andrew Niccol, que es lo mejor que ha hecho en su vida y dudo que lo mejore, que aún no siendo un fan suyo reconozco que en todas sus historias hay grandes dosis de originalidad aunque no siempre bien resuelta, menos aquí que le sale redondo.

Por supuesto la dirección de un inspiradísimo Peter Weir, que hace su mejor película junto con “Gallipoli” y “El club de los poetas muertos”, está a la altura de las circunstancias y demuestra que ser saber rodar cine es tan sencillo como ver jugar a la Yugoslavia de baloncesto de los ochenta. Hacer las cosas fáciles cuando se tiene calidad es lo más recomendable y Weir lo hace a la perfección.

En “El show de Truman” además tenemos al mejor Jim Carrey, un actorazo que cuando se confía en él nunca falla y un Ed Harris simplemente genial que demuestra que es eso de tener tablas y saber contener a un personaje que muy fácilmente se le hubiera ido de las manos a cualquiera.

Esta es una película tan diferente que nos vuelve a congraciar con las tragicomedias griegas, consiguiendo lo que ya no existe en la actualidad y es que comedia y drama vayan de la mano y la una no se imponga a la otra en ningún momento. Pero es que también esto es cine de ciencia-ficción y también cine fantástico; me recuerda en ese sentido al mejor Spielberg, que me imagino que le hubiese encantado poder filmar esta obra maestra.

Si tuviera que decir un par de cosas más de “El show de Truman” señalaría la capacidad que tiene la película para crecer con sucesivos visionados, algo muy difícil, y sobre todo la gran cantidad de reflexiones, debates y pensamientos que puede generar. Sería una espléndida película para programas como “La clave” de Balbín.

En definitiva estamos ante un soplo de aire fresco que se ofreció en su día al tristón cine norteamericano y que tal y como pensábamos mucha gente sólo fue el canto del cisne porque la recuperación no sólo no se ha producido sino que la situación es aún peor que diez años atrás.

1998: 3 nominaciones al Oscar: Mejor director (Peter Weir), actor secundario, guión
1998: 3 Globos de Oro: Mejor bso, actor drama (Jim Carrey), actor secundario. 6 nominaciones
1998: 3 premios BAFTA: Diseño de producción, guión, director. 7 nominaciones
1998: National Board of Review: Actor secundario (Ed Harris)