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Su nombre completo era Asta Sofie Amalie Nielsen. Hija de un herrero desempleado y de una lavandera, pasó sus primeros años entre Copenhage y Suecia, mientras su padre buscaba trabajo. A los catorce quedó huérfana y poco después empezó a frecuentar los escenarios teatrales con obras de aficionados. A lo largo de su vida se casó y divorció en varias ocasiones, de las cuales se recuerda especialmente su unión con el director Urban Gad (1912-1918), fruto de la cual su figura obtuvo gran repercusión en Alemania, donde ambos firmaron contrato para estrenar sus películas. Tuvo una hija, Jesta, de la que nunca quiso decir quién era el padre.
Con su propia productora en Alemania (sus películas estaban firmadas sencillamente como "un filme de Asta"), censurada en Estados Unidos por el franco tratamiento sexual de sus interpretaciones, fue una de las primeras estrellas que logró instituir la imagen de la mujer como poderoso fenómeno social en la pantalla. Tardó en incorporarse al cine desde su plataforma inicial, el teatro, debido a sus recelos hacia el nuevo arte, pero a raíz de su primera película, "Afgrunden" (1910), su carrera fue un camino cargado de éxitos y de reconocimiento público. Con la llegada del sonoro y como sucedió con tantos colegas suyos de profesión, su andadura se difuminó.
Las nuevas generaciones tal vez no entiendan la repercusión que tuvo la figura de Asta Nielsen en la historia del séptimo arte. Alta, desgarbada, con andares masculinos, grandes ojos achinados, rasgos poco agraciados y manos enormes, viéndola con los ojos de hoy, uno se pregunta cómo pudo alcanzar tanta fama un personaje en principio tan carente de sex-appeal. Tal vez la respuesta podamos encontrarla en lo que Asta significó para la mujer dentro del plano sociocultural de su época. Liberación, proyección al futuro, importancia de su papel en todos los ámbitos profesionales... Todo esto y más se reunían en esta gran dama. Luego llegaría la sueca Greta Garbo, pero ya no sería la primera, la que abrió camino.
Han pasado muchos años desde entonces y es posible que sus guiones, ademanes y reacciones "choquen" con nuestros gustos actuales, pero tratad de ver a la figura que brillaba tras esas tramas que ella interpretó en un cine que apenas estaba en pañales: la imagen de una mujer que se abría paso ante la vida y la historia..
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En el filme “Den Sorte Drom” se reúnen tres de los nombres más importantes de la cinematografía danesa de principios del siglo pasado, la gran actriz Asta Nielsen y el galán danés Valdemar Psilander, además del prestigioso director Urban Gad, para contarnos de forma eficiente, ambos tres, la historia de Stella, una joven amazona que trabaja en un circo y levanta grandes pasiones.
Debido a sus encantos, Stella enseguida es pretendida por dos admiradores, un viejo joyero y un joven conde, optando ella finalmente por el conde, lo que denota un gran sentido común de la artista. La elección de la amazona causará celos y recelos entre los dos pretendientes, siendo causa continua de disputas, optándose finalmente por resolver estas complicadas cuestiones amorosas mediante un duelo de cartas (pero, ¿qué ha sido de los duelos al alba con pistola y en escenarios brumosos? Desde luego, algo huele a podrido en Dinamarca). El joven conde Waldberg pierde el envite y tiene que pagar una alta cantidad de dinero que es incapaz de devolver (¡ah, la precaria situación económica de cierta parte de la aristocracia...!) de forma inmediata al joyero. Surgirán entonces oscuros negocios entre la amazona, el joyero y el conde con un collar de por medio, joya que será finalmente la causa de un trágico desenlace entre este peculiar trío amoroso.
La dirección de Urban Gad es, como siempre, eficiente y precisa para un filme con todas las características de un melodrama típico de principios de los años diez, contando con una Asta Nielsen “larger than life” y un Valdemar Psilander haciendo de Valdemar Psilander. Como curiosidad, al final de una escena amorosa entre la amazona y el conde se aprecia cómo los actores cortan tan tórrida escena de forma hilarante, una especie de pequeña toma falsa que no fue eliminada finalmente del filme.
