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Otra deliciosa muestra de los productos de la italiana Pasquali Films. En París, en la redacción del "Globe", quieren desenmascarar a un banquero estafador que ha organizado un montaje con el que sacar millones a incautos accionistas, asegurándoles que al otro lado del continente, en un país de nombre pintoresco (¡Goldlandia!), las vetas de oro surcan las calles como si fuesen bicicletas. Para descubrir la trama criminal, el más intrépido de los reporteros tendrá que partir a ese lugar del oro a destajo y aclarar la estafa. Hay también un bonito romance entre el periodista y la hija del banquero, unos malos bastante poco creíbles y, por fin, ese "suplicio" de los leones que asegura el título, suplicio bastante incruento, todo hay que decirlo. Divertida y casi enternecedora película de 1914, nos ha llegado con virados de color e intertítulos en neerlandés de comienzos de siglo.