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Uno de los artistas más versátiles de nuestra era, el poeta e internacionalmente aclamado director de cine Jean Cocteau emerge, junto a sus amigos Picasso (actuando en la película) y René Clair, como figura principal del surrealismo Francés. Con El Testamento de Orfeo, Jean Cocteau aporta al cine su visión surrealista. La mente de un poeta toma el control de la realidad, tergiversando lo que él ve: el palacio de Pallas Athena, la lanza de la Diosa que atraviesa el corazón del poeta, la tentación de la Esfinge… Cocteau intenta reflejar el espacio interior, la mente del poeta.
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"El testamento de Orfeo" es la última película del polifacético artista francés Jean Cocteau, la que sella con automático broche surrealista su trilogía órfica y su propia vida. Este filme es como el entresueño de un hombre roto, que recorre cual viajero del tiempo las ruinas de la tragedia griega y los desgarros del arte moderno para entrever -en palabras del propio Cocteau- "algunos secretos de esa noche del cuerpo llamada el alma, sobre la cual ya no tiene dominio". [Halleryana]
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"Esta película nada tiene que ver con los sueños excepto que toma prestada la rigurosa ilogicidad de los sueños, su manera de ofrecer, durante la noche, una suerte de frescor a las falsedades del día desdibujado por la rutina. Además, es realista, si realismo significa una pintura detallada de las intrigas de un universo que es único para cada artista y que no tiene relación alguna con lo que acostumbramos a aceptar como realidad. La película no obedece reglas muertas, rindiendo homenaje a todos los que desean permanecer libres. Pone al descubierto una forma de lógica que la razón no reconoce. Para abreviar, es cartesiana por medios anticartesianos." [Jean Cocteau]
