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ANNA MAY WONG
No fue mala, sino que tuvo compañías muy malas (Noah Beery, Warner Oland, Jameson Thomas, entre otros), que la llevaron por caminos equívocos. Pudo haber sido el equivalente a Sessue Hayakawa en la industria hollywoodiense, un rostro oriental para configurar la diferencia entre razas, pero por ser mujer no se le concedieron las oportunidades y atributos que a otros. Así, deambuló en papeles secundarios -la entretenida del emperador, la malvada que odia a la joven, fresca y muy americana protagonista-, para terminar de la peor manera en que se puede acabar: como amiga y consejera de Barbara Stanwyck en la serie de televisión de esta última.
Malditos sen los convencionalismos de la industria cinematográfica. Nos quedan, sin embargo, sus ojos achinados atractivos pero turbios y su medio flequillo al estilo Louise Brooks, pero no exactamente igual, como para demostrar que Anna May Wong sólo hubo una.
(Eddie Constanti)
La película
Este silente nos muestra a un joven estadounidense arrastrado a tierra en Asia y rescatado por la hermosa local Anna May Wong. Una cosa lleva a la otra, se enamoran pero finalmente el joven regresa a Estados Unidos y deja a su esposa china con un bebé en el camino. Obviamente inspirada en madame Butterfly pero ambientada en China, en lugar de Japón, no tiene canciones pero está bien construida.
El final de la película está perdido, pero se encontró una solución ingeniosa que realmente funciona de manera efectiva. El filme, poco conocido, definitivamente vale la pena y no sólo por la novedad de ver un silente en Technicolor de dos tonos. Wong está excelente en el papel principal y la película está muy bien hecha por el director Franklin, no exactamente un nombre familiar en mi casa, pero un director competente con un toque agradablemente discreto. El reparto es pequeño, con sólo tres hombres, un niño y un par de personajes femeninos, y todos hacen un buen trabajo.
