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En 1911 Lau Lauritzen se inició en el cine como guionista. En 1914 fue contratado para trabajar como director por la Nordisk. Pudo explotar su talento rodando cortos cómicos, a pesar de que la Primera Guerra Mundial afectó negativamente a la industria. Lauritzen fue un cineasta de éxito y realizó comedias, thrillers y melodramas; además escribió guiones y editó sus cintas. Así, en cinco años trabajó en la producción de 204 películas silentes, rodando en ocasiones más de 40 al año. Lógicamente, la mayoría de las mismas eran cortos de breve metraje.
Gracias a su fama, en 1919 fue contratado para trabajar como director para la compañía Palladium. Insistió en su idea de rodar cintas con una pareja cómica, que deberían formar un actor bajo y grueso, y otro alto y delgado. Formó el dúo compuesto por Fyrtårnet y Bivognen y la pareja ganó fama internacional, especialmente en países de habla alemana. Su hijo también fue un reconocido director en los años cuarenta y cincuenta.
Este corto que nos ocupa es una divertida farsa en la que un orondo marido es burlado por su vecino pintor, quien le hace creer que tiene el tipo perfecto para ser el modelo del Apolo de Belvedere. Los equívocos se suceden y el metraje pasa en un santiamén.
(Eddie Constanti)