Sinopsis
Elegía de un viaje (2001), indispensable obra maestra de Sokurov. Ejemplo de cine-ensoñación de raro poder evocador, asistimos al fantasmagórico trayecto de un viajero que deja atrás el riguroso invierno ruso para encontrarse ante las puertas de un museo iluminado por la luna, en la noche templada de una ciudad desconocida. Por el camino han ido quedando imágenes fuertemente oníricas de un monasterio ortodoxo ("Si cristo rezó para no ser crucificado ¿cómo puedo aceptar su sacrificio?"), de bosques, ciudades grises y espectrales, nubes, neblinas, mares, luces que atraviezan el encuadre como estellas fugaces, rostros, encuentros, en una sucesión que transcurre como "ante el vuelo nocturno de un ave" (el punto de partida del filme se inspiró, explica Sokurov, en el largo travelling en coche de María). Como arrastrado por una fuerza invisible el viajero recorre las salas del edificio (el Museo Boijmans de Rotterdam), deteniéndose en algunos cuadros hasta descubrir La plaza y la Iglesia Santa María en Utrecht (1765) de Pieter Saenredam. Su atmósfera, su calma, "lo explica todo, lo consuela todo", los niños juegan en la plaza, los muros de la iglesia permanecerán siempre en pie; parece escucharse aún el canto de los pájaros y el aleteo del viento casi puede percibirse. La mano del viajero acaricia la tela, y el brillo y belleza de sus formas se disuelven en la oscuridad… El tratamiento en post-producción de la imagen vídeo resulta sorprendente (recordando al de su espléndida Madre e hijo), consiguiéndose todo un catálogo de efectos ondulantes que agitan suavemente las superficies, en bella sintonía con el clima irreal de este relato soñado. El montaje revela una magistral fluidez, surgiendo la naturaleza, antes de la llegada a la ciudad, como un tránsito constante de estados gaseosos y semisólidos. El fondo sonoro (Chopin, Glinka, Mahler, Tchaikovsky) se desplaza por otra parte a primer plano de la narración, conformando con la imagen un sutil juego de competencia expresiva: "las imágenes permiten caminar y el sonido volar. Éste es más universal, más espiritual, que la imagen"