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Esto puede sonar como otra comedia típica de la Keystone, pero "Mabel and Fatty's simple life" se destaca como un corto inusualmente dulce y encantador para los estándares ruidosos de dicho estudio y también es una de las películas más agradables que coprotagonizaron Mabel y Roscoe. Es fácil ver por qué eran una pareja tan popular y por qué algunos espectadores asumieron que estaban casados en realidad, lo que no era así. Se ven bien juntos y se sienten muy bien el uno con el otro.
Su química interpersonal se palpa, como sucedía en las películas con Fred Astaire y Ginger Rogers o William Powell y Myrna Loy. Aquí, cuando se besan y Roscoe finge estar disgustado, nos parecer ver un momento espontáneo que podrías presenciar entre una pareja de la vida real. Cuando Mabel discute con su padre, se niega a casarse con el hijo del ricachón y protesta: "¡Pero yo amo a Roscoe!" (es fácil leer sus labios), ella ilustra su preferencia con un gesto que indica redondez de barriga; y ese gesto puede considerarse como una pantomima simplista, pero cuando Mabel lo hace, de alguna manera lo vemos como real y nos transmite una sensación de calidez. Según todos los informes, Mabel y Roscoe se querían sinceramente y eso se nota incluso cuando la acción se vuelve tonta o frenética. Ambos parece que se divierten.
Eddie Constanti