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Rebuscando cosas en mi modesta videoteca descubrí este De Mille que ha circulado muy poco por aquí y pensé que os podría interesar. Luego, al confeccionar los subtítulos y revisar la película, tengo que aceptar que es de lo mejor de su autor en esa época (según mi subjetivo criterio, por supuesto).
"Para lo mejor y para lo peor" es el material más "políticamente incorrecto" que hiciera nunca Cecil B. De Mille. Diré más, si hoy se estrenara un tema así (y si Trump siguiese siendo presidente), la película tendría, como mínimo, problemas de distribución y más de uno y de un millón se rasgaría las vestiduras por su mensaje claramente antibélico. No sólo eso, sino también por la sangrienta crítica que realiza sobre esa sociedad que no considera que un hombre "es" hombre si no se enrola en el ejército cuando su patria está en guerra con otro país, no importa que muera o quede tullido de por vida. Ya sabéis, el honor, el orgullo de luchar por su Dios y sus ideas, etcétera.
La misma Gloria Swanson es así: enarbolando banderas antes de la partida de los soldados y retrocediendo en sus ideas cuando comprende que entre el blanco y el negro hay muchos matices. El mensaje es claro: tanto los que van a combatir como los que se quedan ayudando a que el país se mantenga en pie, son soldados a su manera. ¿Os imagináis a De Mille lanzando esta proclama? Pues lo hace y sale muy airoso del resultado. Cosas veredes, Sancho.
Sobre la técnica de hacer películas de don Cecilio no os puedo decir nada que ya no sepáis: agilidad, puesta en escena más que correcta, buenas interpretaciones y... ¡no podían faltar!, escenas de la antiguedad para enfatizar la trama que se desarrolla, esta vez mucho más cortas, como láminas de época; vemos nada menos que a Harald el vikingo, a Ricardo Corazón de León y a los Lad de Lexington. ¿Se puede pedir más?
La película es entrañable (perdonad el adjetivo tan sobado), las parrafadas de los intertítulos interminables (aunque interesantes) y el final tiene una chispa divertida que tampoco conocíamos en De Mille. La copia no es nada del otro mundo pero se deja ver. Echadle un vistazo: os puede sorprender.
