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Versión silente de la que se hizo también otra sonorizada con música y efectos especiales. Era el tiempo del sonoro y por esa época, a finales de los veinte, se produjeron varios títulos con esta temática, la llegada de extranjeros a la llamada del oro en California y el declive de las antiguas familias españolas afincadas en esa tierra tras el descubrimiento de América. Aquí mismo, en el foro, ya presentamos hace tiempo "Old San Francisco", con parecidas características.
Dwan liquida el trabajo con buen pulso e incluso le perdonamos alguna ingenuidad en determinados momentos de la trama. Las escenas de exteriores parecen copiadas de "La caravana de Oregón", los encuadres están bien cuidados y el director se permite alguna filigrana técnica como esas tomas cenitales del pueblo, hacia el final de la historia. Se nota un poco la "escuela" de Ford en la utilización de secundarios que roban a veces el papel de los protagonistas, como ese carcelero que no puede dimitir porque no hay un representante de la ley en el lugar; o los dos propietarios del bar, que se erigen como jueces de tribunal cuando la ocasión lo exige.
Bella como siempre la joven protagonista, hija de un hispano, Renée Adorée nos encandila de nuevo con sus ojos soñadores, en un papel que al principio se le ofreció a Joan Crawford. Francamente, pensamos que la elección de Adorée fue mejor y más consecuente. Película con ritmo y lances bien resueltos, el bueno de Buster Keaton visitó el rodaje de la misma y le permitieron realizar un cameo: es un borracho a quien expulsan del saloon. Aguzad la vista y decidnos si lo habéis reconocido.