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Ésta es la película que sacó a Stan Laurel de detrás de la cámara de forma permanente en la factoría Roach. Se suponía que debía dirigir el corto y que Oliver Hardy interpretaría el papel del mayordomo, pero éste cayó enfermo, por lo que Laurel asumió el papel él mismo. Fue uno de los productos "all star" que Roach ofrecía en este momento, tomando a una estrella de cine que no tuvo suerte y rodeándola con varios de los cómicos de su factoría. Theda Bara protagonizó un par, Lionel Barrymore hizo al menos una y esta vez la oportunidad se la dieron a Harry Myers, quien había protagonizado una versión popular de "A Connecticutt yankee in king Arthur's court" un par de años antes, aunque se le recuerda más como el millonario de "City lights", de Chaplin. Stan roba el papel a todos, aunque su técnica todavía es un poco tosca. Hay algunas caídas agradables y media docena de buenos gags. Interesante para cualquier fan de L. & H.
