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Primera película de Karl Anton, un alemán nacido en Bohemia que trabajó hasta la década de los sesenta del pasado siglo. Cikani es un drama lírico con un guión repleto de lances y cambios de estructura, hasta el punto de que tanta variedad de escenarios y de personajes acaba por despistar al espectador. La copia está restaurada, pero el remozado deja bastante que desear.
La búsqueda que emprende Giaccomo hacia su amada le lleva por toda la geografía de su país, pero cada vez que sus pesquisas parecen tomar forma, Angelina se funde en el tiempo y el misterio, dejando a su adorador más frustrado que nunca. Quien espere ver una oda a la venganza tampoco se sentirá satisfecho, ya que el pérfido conde checo aún es más escurridizo que Angelina. Así, entre lágrimas y episodios oníricos, transcurre la acción. La película se filmó en Praga y los exteriores son abundantes. Los artistas muestran grandilocuentes gestos teatrales, muy al estilo de los silentes de esa época en Centroeuropa. En definitiva, una rareza que tal vez merezca vuestra consideración.
(Eddie Constanti)
