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Restauración de 2017/18 para la Fundación Murnau editada en DVD y Blu-Ray en 2019.
Maravilloso film melodramático de un gran director. El color de este film me llama mucho la atención, no se parece en nada a los colorines de los primeros films americanos en color con excepción del notable "Lo que el viento se llevó". La trágica época en que se rodó, con Alemania perdiendo la guerra ya, y tantas y tantas brutalidades y crímenes, de los alemanes y de los aliados también, creo que lastró su grandeza. El film nació fuera de época, porque se entiende que mientras las SS hacían de las suyas, queda extraño rodar un film de amor. Son los daños colaterales que sufren los artistas. Pero el film es grandioso.
Penúltima producción de Käutner en la Alemania nazi (la última sería Unter den Brücken) y la única en Agfacolor. Aunque no se pronuncia ni una sola palabra en contra del régimen, nunca llegó a estrenarse en territorio nacional hasta después de la guerra.
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“Grosse Freiheit nº 7” lleva en español el título de “La paloma” evocador de la canción fetiche que canta a lo largo de la película el protagonista. El título alemán alude a la calle “Gran libertad nº 7” en donde está situado el cabaret y prostíbulo circense en el puerto de Hamburgo y en donde actúa ese marino cantante que sueña con hacerse a la mar, interpretado por Hans Albers.
Producida por la UFA en 1944 durante el régimen nazi, “La paloma” fue un encargo de Goebbels, que muy disgustado con la película anterior de Helmut Käutner, una adaptación de Guy de Maupassant, “Romanza en tono menor”, pidió al artista alemán que hiciese una película sobre la marina alemana, poniendo en el reparto a dos de los actores más célebres del cine nazi alemán, Hans Albers e Ilse Werner. Sin ser un opositor al régimen, Helmut Käuner era suficientemente individualista y creativo como para que sus películas se alejen de los estereotipos morales y estéticos de la propaganda nazi, no hay en “La paloma” bellas alemanas rubias, apuestos galanes arios y malvados extranjeros, sino una historia de amor y desengaño en el popular puerto de Hamburgo, en un atractivo y turbio cabaret frecuentado por marines, caballeros, rufianes y prostitutas.
Una vez acabada fue prohibida en Alemania y tan solo se autorizó su exhibición en el extranjero, el estreno tuvo lugar en Praga, en diciembre del 1944, ya que las autoridades nazis consideraban inadmisible que hubiese mujeres alemanas prostitutas y los militares protestaban por la imagen que se daba de los marines en busca de alcohol y mujeres.
El puerto de Hamburgo había sido enteramente destruido por los bombardeos y Käutner hizo construir sus decorados en los estudios de la UFA en Berlín, que fueron a su vez destruidos por las bombas y reconstruidos finalmente en los estudios de la UFA en Praga, el resultado es en todo caso excelente pues sabe crear esa atmósfera romántica y portuaria que permite al espectador imaginarse como era esa ciudad en los años 30. Por su puesta en escena, con abundancia de primeros planos, un hábil montaje y una estética que se sirve de la deformación esperpéntica de sus imágenes para mejor reflejar esa atmósfera popular y portuaria, “La paloma” escapa al modelo clásico del cine Alemán de la época. Una estupenda película.