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No diré que es una buena película. Según los estándares internacionales de 1926, es torpe, la cámara es muy estática, la actuación es bastante rígida y la sincronización no es muy efectiva. Sin embargo, es interesante por lo que describe: el mundo de Armenia a principios del siglo XX. La historia es melodramática: después de un terremoto, dos familias sobrevivientes prometen casar a sus hijos cuando tengan la edad suficiente. En lugar de lo que cabría esperar, estos dos están muy enamorados, tanto que se encuentran en secreto, aunque la costumbre prohíbe cualquier cita antes del matrimonio.
El padre de la joven está enfurecido y teme por su "honor", así que la casa con un rico comerciante en lugar de con su verdadero amor. El amante rechazado se vuelve bastante loco y le insinúa al comerciante que ya se ha acostado con su esposa. Ahora está en juego el "honor" del mercader... A pesar del esquema melodramático de la trama, ésta se cuenta con bastante naturalidad, intercalando muchas escenas de la vida cotidiana (hornear pan, usar sanguijuelas con fines médicos, etcétera). Por tanto, incluso si es muy difícil relacionarse emocionalmente con estas personas extrañas y sus insólitas costumbres, puedes vislumbrar un mundo que está bastante alejado del nuestro.